Género y Políticas Públicas: una mirada necesaria de la vejez
Por ejemplo, en España, los mayores de 65 años viudos son el 11%, mientras que las mujeres alcanzan el 42% (Abellán, Ayala, Pérez y Pujol, 2018). Cuando hablamos de personas con más de 75 años, éstas al- canzan el 31% de la población en Uruguay, mientras que en Chile son el 28%, cifra que para el 2050 va a ser el 43%. Es por ello que, si Chile no comienza ya a desarrollar políticas gerontológicas, le va a ser muy difícil cuando tenga a toda la población envejecida. Hay que comenzar en los momentos en que todavía el problema no está tan encima. Un indicador muy importante que ayuda a medir la cantidad de personas que se necesitarán para cuidar tantas personas mayores es la Razón de Apoyo Parental. Este indicador se pregunta cuántas personas mayores de 80-85 años tengo en relación a las personas de 50 y 64 años que se consideran las potenciales cuidadoras. En América Latina el año 2010 la relación era el 5,2%, de personas de 80-85 años cada 100 de 50 a 64. Argentina tenía un 19%, Chile un 13% y Uruguay un 25% (CEPALSTAT, 2019). Acá nos encontramos con otra pregunta: ¿quiénes cuidan a las personas mayores? Las cuidan, en general, las familias, y ma- yoritariamente, las mujeres. En Chile son casi el 67% del cuidado (ComunidadMujer, 2018), en México el 83% y en Perú el 85% (OMS, 2015). Por lo tanto, cuando hablamos de cuidados de las familias no estamos hablando de cualquier persona, estamos diciendo “las mujeres de las familias”. Las mujeres de las familias son las prin- cipales cuidadoras. Además, casi el 50% de las personas que son cuidadas son mujeres mayores, entonces, las mujeres cuidamos y somos cuidadas por otras mujeres. A nivel global, en el 2015 había 300 millones de personas que necesitaban de cuidado a largo plazo y que no lo tuvieron (Direc- ción Sociocultural de la Presidencia de la República, 2017). En Amé- rica Latina la situación se agrava porque cada vez va a haber más personas mayores con dependencia moderada y severa, que son los que más van a necesitar residencia larga estadía o un cuida- do más específico. Acá hay que tener en cuenta cómo influyen las enfermedades crónicas porque la gran mayoría de las personas mayores fallece a causa de éstas. Por ejemplo, su prevalencia en Argentina y Chile aumentó un 80% (OMS, 2017) entonces hay que tener una política sanitaria específica para las personas mayores. GÉNERO Y POLÍTICAS PÚBLICAS: UNA MIRADA NECESARIA DE LA VEJEZ 20 21
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