Género y Políticas Públicas: una mirada necesaria de la vejez
15 años más que un varón que nace en un país pobre, mientras que en el caso de las mujeres esa cifra asciende a 19 años. Por otro lado, no es que de repente llegamos a los 60 años y em- pezamos a recibir inequidades. Las inequidades se expresan a lo largo de toda la vida. Un ejemplo de ello es el tema de los embara- zos adolescentes, donde la tasa de fecundidad de este grupo etario en el mundo es casi de 50 por mil en promedio. Desglosando, en las regiones desarrolladas la cifra es de 20 por mil, mientras que en las muy pobres, como puede ser África, es de 200 por mil. En Chile, por ejemplo, el 40% de las niñas que se embarazan dejan la escolaridad o dejan de trabajar (ComunidadMujer, 2018). Imaginemos la vejez de esas mujeres que no han podido estudiar y que por lo tanto no han podido ser profesionales y tener buenos trabajos. Ya desde acá tenemos que empezar a pensar cómo va a ser esa vejez. Hay un estudio de la Universidad de Canadá que ha comproba- do que las mujeres mayores que tuvieron embarazos adolescentes tienen mucho más riesgo de sufrir hipertensión arterial, diabetes, accidentes cerebrovasculares y enfermedades coronarias. Es por ello que si lo que queremos es ocuparnos de las mujeres mayores, primero hay que ocuparse del momento en que nacemos porque, obviamente, somos una continuidad. Envejecemos como vivimos y somos una continuidad de nosotras mismas y vamos a tener mu- chas repercusiones en la salud de acuerdo a cómo hemos transita- do en las otras etapas de la vida. A esto se suma otra inequidad: ¿qué es lo que piensa la socie- dad?, ¿cuál es el imaginario social sobre las mujeres mayores? En este punto el tema de la sexualidad es otro gran aspecto. La per- cepción es que las mujeres mayores son asexuadas y que no tienen deseo. Para poder contrarrestar esta idea de las “pobres viejitas” tenemos que convertirnos en super woman, a partir de acciones como ir a pilates, hacer gimnasia, natación, trabajar, militar, etc.; hacer todo para poder decir: “yo no soy igual a esas viejitas”. Ante tal nivel de presión social, lo que sucede es que no todas podemos emprender ese tipo de actividades. La vejez se define desde lo social, lo biológico y lo cronológico. Hay una etapa en la que vamos a ser viejas y que tenemos que reconocernos orgullosamente viejas porque es una de las mejores etapas de la vida. SEXTA ESCUELA INTERNACIONAL DE VERANO SOBRE ENVEJECIMIENTO 2019 DE LA UNIVERSIDAD DE CHILE.
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