Género y Políticas Públicas: una mirada necesaria de la vejez

“Entonces ya se empiezan a conectar con un lenguaje que trasciende a lo habitual en el mundo en el que estamos, que se construye a través del lenguaje escrito sobre las señaléti- cas. Acá nos tirábamos una pelota y era como… ‘soy un adul- to mayor y me tiras una pelota como si fuéramos a jugar’. Si vamos a jugar en la música hay que primero soltarse en ello” (Alondra Castillo, tallerista). Intentando transitar desde la comunicación guiada por las pa- labras, hacia una encaminada por la música, se dispuso un silen- cio colectivo para escuchar la melodía que sonaba, mientras los/as participantes caminaban libremente por el espacio, dejando que el cuerpo fuera el que hablaba esta vez. “Llegó un momento en donde íbamos caminando y yo decía: ‘bueno, salúdense entre ustedes, salúdense con la rodilla, abrácense, mírense a los ojos…’, y claro, era como si todo el rato se llevara el lenguaje del cuerpo. Yo creo que eso era un poco lo que a ellos les movilizó más cosas, porque no esta- mos acostumbrados a tocarnos, menos con alguien que yo no conozco” (Alondra Castillo, tallerista). “Cuando se hace musicoterapia con personas mayores, tú recuperas una dimensión que por lo general está un poco olvidada que tiene que ver con el juego, el ponerte creativo y ser propositivo en una actividad y el cuerpo(... ). En la vejez el cuerpo se va construyendo paulatinamente y parece que nos olvidamos de que hay un espacio que es libre. Yo creo que ese es un elemento que a mí siempre me conmueve porque son cuerpos que llegan de una manera al taller, sentados, y de repente tú los ves bailando, desplazándose... y dices: ‘mira, el cuerpo se puso a jugar’, no entendiendo el juego como infantilización sino que el juego como experiencia de exploración de la propia vida” (Alondra Castillo, tallerista). SEXTA ESCUELA INTERNACIONAL DE VERANO SOBRE ENVEJECIMIENTO 2019 DE LA UNIVERSIDAD DE CHILE.

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