Silvicultura en bosques nativos: experiencias en silvicultura y restauración en Chile, Argentina y el oeste de Estados Unidos
34 — Silvicultura en Bosques Nativos (380 – 706 m 2 de superficie), en que la relación d/h es cercana a 1, reportaron mayores valores de tem- peratura del aire y del suelo en zona de claro que debajo del dosel cerrado del bosque, lo que también fue reportado por Damascos (1998) en bosques de Austrocedrus chilensis . Respecto al contenido de agua en el suelo, los re- sultados entre las diferentes investigaciones mues- tran distintas tendencias. En bosque de Nothofagus pumilio ubicado en ambiente más seco, la humedad del suelo durante verano varió en diferentes posicio- nes dentro de claros pequeños ( d/h < 1), siendo el cen- tro la zona más seca y bajo el dosel la más húmeda, resultado similar a lo descrito por Damascos (1998) en bosque de Austrocedrus chilensis y que Damascos y Rapoport (2002) en un bosque de Nothofagus pu- milio . En cambio, en bosques de Nothofagus pumilio en un ambiente más húmedo, la humedad del suelo en verano no presentó grandes variaciones entre zonas de claro y bajo dosel arbóreo (Heinemann y Kitzberger 2006). En claros de dosel pequeños ( d/h < 1 ) en un bosque mixto de Nothofagus betuloides y Nothofagus pumilio se incrementó el contenido de humedad del suelo respecto a posiciones bajo el do- sel arbóreo continuo (Alvaro Promis, observación personal). Sin embargo, Suarez y Kitzberger (2008) al com- parar patrones de variables microclimáticas a lo largo de claros de dosel formados por la caída de árboles o por sequía en un bosque de Nothofagus dombeyi – Austrocedrus chilensis , encentraron que no existe variación espacial en la luz transmitida hacia su interior. No obstante, la humedad del sue- lo durante febrero fue mucho menor en los claros formados por muerte de árboles atribuidos a evento de sequía, que en aquellos claros formados por caída de árboles. En general, en los claros de dosel formados por la caída de árboles, la humedad del suelo fue mayor hacia el norte del claro; mientras que en los claros formados por sequía, la humedad del suelo fue mayor en el centro del claro. Además de lo anterior, el tamaño de los claros de dosel también afecta a las variables microclimáticas (De Freitas y Enright 1995, Geiger et al . 2003, Gálhidy et al . 2006). En claros de dosel más grandes ingresa más luz al piso del bosque, lo que causa que la tem- peratura del aire y del suelo también aumente (Gray et al . 2002, Geiger et al . 2003). Sin embargo, este pa- trón de aumento de la temperatura puede variar, en la medida que el claro se hace muy grande respecto a la altura de los árboles del alrededor, ya que el in- greso de viento al interior del claro puede mezclar el aire, lo que haría disminuir la temperatura (Geiger et al . 2003). Respecto a la humedad del suelo, en ge- neral no se ha reportado cambios en esta variable después de haber sido comparados los valores de claros de dosel de diferente tamaño (Gálhidy et al . 2006). Al respecto, Damascos (1998) en bosque de Austrocedrus chilensis indicó que claros medianos (entre 5 y 10 m de diámetro) reciben más luz que los claros más pequeños (menor a 5 m de diámetro), y que la temperatura del suelo es mayor en claros de dosel medianos. Sin embargo, el contenido de humedad del suelo no difirió entre los tamaños de claros estudiados. Similares resultados fueron encontrados por Damascos y Rapoport (2002) en claros de dosel medianos y pequeños en un bosque de Nothofagus pumilio . Sin embargo, en un estudio en un bosque de Nothofagus antarctica , en claros de dosel grandes ( d/h > 2), medianos ( d/h entre 1 y 2) y pequeños ( d/h < 1), los resultados muestran que la radiación solar transmitida (directa, difusa y total) en claros de dosel grande son estadísticamente ma- yores respecto a los otros tamaños y bajo el dosel del bosque, tanto en el período de primavera-vera- no como de otoño-invierno. Durante el período de otoño-invierno la temperatura máxima del aire y la oscilación diaria (diferencia entre la máxima y mí- nima) de la temperatura del suelo fue mayor en los claros de dosel grande respecto a las otras situacio- nes. En período de primavera-verano, en cambio, la temperatura media del suelo, máxima y oscilación diaria fueron estadísticamente mayores que en claro de dosel grande respecto a otros tamaños de claros (Alvaro Promis, observación personal).
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