Silvicultura en bosques nativos: experiencias en silvicultura y restauración en Chile, Argentina y el oeste de Estados Unidos

32 — Silvicultura en Bosques Nativos laterales de los árboles de borde (especialmente para claros pequeños), y por el crecimiento de los árboles juveniles que se encuentran en el interior (Runkle 1990). Por ejemplo, en bosques mésicos en el este de los Estados Unidos la tasa de creación de claros de do- sel ha sido evaluada entre 0,5 a 2% por año (Runkle 1982). Para bosques templados de Chile y Argentina son pocos los trabajos que se han aventurado a inves- tigar sobre la caracterización temporal de los claros de dosel, y estimar el intervalo de retorno. Veblen (1985) estimó tiempos de retorno en la creación de claros de dosel de aproximadamente 392 años para el bosque de Nothofagus dombeyi , Laureliopsis philli- piana y Saxegothaea conspicua en la Cordillera de los Andes; mientras que de entre 633 y 794 años para el bosque de Eucryphia cordifolia , Weinmannia trichos- perma , Laureliopsis phillipiana y Amomyrtus luma en la Isla de Chiloé. En cambio, para los bosques de Tierra del Fuego ( Nothofagus pumilio y Nothofagus betuloides ) se estimaron tiempos de retorno para la creación de claros de dosel que varían entre 320 y 519 años (Rebertus y Veblen 1993). La distribución espacial de los claros de dosel considera su extensión, forma y disposición de los parches en el bosque continuo, incluyendo relacio- nes con aspectos de geografía, topografía, medioam- biente y gradientes de comunidad vegetal (White y Pickett 1985). La distribución de los claros puede llegar a ser aleatoria, agrupada o regular (Nuske et al . 2009). Varios métodos han sido sugeridos para estimar la distribución espacial de los claros de do- sel, los que van desde observaciones (Runkle 1990), índices de paisaje como la distancia al vecino más cercano y, hasta el análisis de patrones de puntos (Nuske et al . 2009). Se puede generalizar que los cla- ros de dosel en bosques tropicales muestran un pa- trón de distribución más bien agrupado (Poorter et al . 1994, van der Meer y Bongers 1996, Salvador-van Eysenrode et al . 2000), al igual que en bosques subal- pinos (Battles et al . 1995). En cambio, en bosques tem- plados este patrón es más bien aleatorio (Nuske et al . 2009, Garbarino et al . 2012), especialmente en claros grandes (Koukoulas y Blackburn 2005, Getzin et al . 2014), aunque también se ha documentado distribu- ción agrupada para claros pequeños (Koukoulas y Blackburn 2005, Getzin et al . 2014). En bosques templados de Chile y Argentina no se han realizado investigaciones sobre los patrones de distribución de claros de dosel. Sin embargo, lo que se ha documentado en varios trabajos es la fracción de claro de dosel, que corresponde al porcentaje de la superficie de un rodal que está siendo utilizada por la superficie de claros de dosel o de claro expan- dido (Runkle 1985). Esta fracción del claro de dosel, en general, se ha registrado a través de muestreos de intersección de claros, calculándose la fracción relativa de la longitud de un transepto cubierta por claros de dosel (Runkle 1985, Veblen 1985, Runkle 1992, Battles et al . 1996). En bosques templados de Estados Unidos se ha resumido que la fracción de claro de dosel oscila entre 3 y 25% y para los claros expandidos entre 8 y 30% (Hart 2016). En bosques templados de Chile y Argentina no todos los traba- jos presentan valores para ambos parámetros, con fracciones de claro entre 2 y 35%, y para claro dosel expandido entre 5 y 29% (cuadro 2.1). Aspectos sobre la ecología de claros de dosel Las características ecológicas en un claro de dosel difieren de aquellas que se aprecian bajo el dosel continuo del bosque de sus alrededores (Muscolo et al . 2014). Microclima y humedad del suelo Variaciones microclimáticas temporales y espacia- les se han observado en claros de dosel (Geiger et al . 2003). La transmisión de radiación solar, el régi- men de temperatura y la humedad del suelo varían desde el centro del claro de dosel hacia el borde y el dosel continuo de bosque que se encuentra en los alrededores (De Freitas y Enright 1995, Geiger et al . 2003, Ritter et al . 2005, Gálhidy et al . 2006, Zhu et al . 2007, Latif y Blackburn 2010, Schliemann y