Silvicultura en bosques nativos: experiencias en silvicultura y restauración en Chile, Argentina y el oeste de Estados Unidos

250 — Silvicultura en bosques nativos tratamientos replicados diseñados para ser compa- rados con un análisis de varianza. Incluso en la dis- posición inicial, es más difícil justificar el supuesto que señala que las diferencias en las condiciones iniciales no influyen en las respuestas al tratamien- to cuando estos son implementados en áreas más grandes donde no se puede evitar la variabilidad inherente en, por ejemplo, la topografía. Los tra- tamientos de superficies más grandes a menudo conllevan un número limitado de repeticiones (mí- nimo). Por ello, a menudo las pruebas estadísticas no son muy sólidas (alto error del Tipo II) y la com- paración estadística de las medias de los tratamien- tos están frecuentemente acompañadas de una gran variabilidad dentro los tratamientos (p. ej. Kuehne y Puettmann 2008), ya que esta variabilidad está re- flejando el submuestreo y, por tanto, no se utiliza en ANOVA estándares. Algunos de estos inconvenien- tes pueden ser superados al poder utilizar varias escalas espaciales de materia anidada por medio de modelos mixtos (p. ej. Neill and Puettmann 2013). Un segundo asunto de los experimentos de manipulación a largo plazo es el desafío acerca de cuándo asignar tratamientos de seguimiento (2° o 3°). Si los investigadores tuvieron éxito y los trata- mientos iniciales lograron el objetivo de crear eco- sistemas con distintas vías de desarrollo, las áreas de los tratamientos se desarrollarán de forma dife- rente, desde el punto de vista del tiempo y patrones de respuesta. De esta manera, el tiempo óptimo y la intensidad de los tratamientos de seguimiento también es probable que difieran. Por consiguien- te, la modificación de los tratamientos para admitir diferencias o aplicar tratamientos en tiempos dis- tintos lleva a más complicaciones cuando se prue- ba estadísticamente las respuestas del ecosistema a aspectos específicos del tratamiento. Por ejemplo, la “inaceptable” supervivencia de plántulas de rege- neración (Cole y Newton 2009) hizo que los investi- gadores implementaran una segunda intervención en un subconjunto, pero no en todos los tratamien- tos (observación personal). Una alternativa a estos enfoques orientados por tratamientos es un diseño experimental que no compara tratamientos específi- cos, p. ej. raleo a 200 versus a 100 árb/ha o el espacia- miento regular versus agrupado de los árboles resi- duales. Por el contrario, los experimentos podrían ser dispuestos para comparar enfoques de manejo. Por ejemplo, se podría comparar un sistema de res- tauración agresivo respecto a uno conservador. Los sistemas de restauración agresivos podrían signifi- car un solo tratamiento de raleo, el que es suficien- temente intenso para lograr la deseada densidad residual final. En cambio, una estrategia de restau- ración gradual podría estar compuesta por tres tra- tamientos, los que reducen, con el paso del tiempo, gradualmente la densidad del dosel superior. Otro ejemplo incluye estrategias de restauración que per- miten, p. ej. plantar y aplicar herbicidas versus es- trategias que dependen solo del control manual de maleza y de la regeneración natural. Enfocarse en tales estrategias a mayor escala permitiría optimi- zar el tiempo e intensidad de cualquier tratamiento de restauración para un conjunto específico de con- diciones, pero entregaría menos información sobre las comparaciones entre tratamientos específicos. Respuestas de crecimiento del rodal y del árbol Los raleos de restauración redujeron las existencias en crecimiento, lo que, a corto plazo, implica una pérdida en el potencial de crecimiento. Esto podría ser una preocupación menor para pino Oregón, ya que tienen una tasa de crecimiento de rodal bastan- te constante en todas las variedades de densidades de rodal (Marshall y Curtis 2002). Sin embargo, esto podría no aplicarse en otras especies arbóreas. Las pérdidas iniciales en término de crecimiento de rodal (p. ej. en YSTDS los árboles sometidos a dos tratamientos de raleo crecieron entre un 86 a 88% del crecimiento del área basal encontrado en los rodales de control) no fueron estadísticamente significativas (Dodson et al . 2012, Puettmann et al . 2013). Naturalmente, las reducciones de densidad a valores extremadamente bajos (< 100 árboles por hectárea) y los claros llevarían a disminuir las tasas

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