Silvicultura en bosques nativos: experiencias en silvicultura y restauración en Chile, Argentina y el oeste de Estados Unidos
Capítulo 9. Degradación de los bosques: Concepto, proceso y estado – Un ejemplo de aplicación en bosques adultos nativos de Chile — 183 especies arbóreas que los siempreverdes (Donoso et al. 1986, Donoso 2013). Históricamente, los bos- ques siempreverdes fueron floreados en busca de especies como ulmo ( Eucryphia cordifolia Cav.), tepa ( Laureliopsis philippiana (Looser) Schodde), mañío hembra ( Saxegothaea conspicua Lindl.), mañío de ho- jas largas ( Podocarpus saligna D. Don) y lingue ( Persea lingue Ness). Por su parte, los bosques del tipo fo- restal coihue-raulí-tepa, que en gran proporción fueron alterados por explotación forestal, especial- mente por floreo, también han sido afectados por incendios (Donoso et al. 1986, Armesto et al. 2010). La corta utilizada en este tipo forestal fue el floreo especialmente de raulí ( Nothofagus alpina (Poepp. et Endl.) Oerst.), lo que implicó una importante altera- ción en la composición de los bosques, dejándolos constituidos básicamente por coihue ( Nothofagus dombeyi (Mirb.) Oerst.) en el estrato superior. En décadas posteriores a 1960, la presión de corta se trasladó a las especies coihue y tepa, debido al ago- tamiento de raulí y a la demanda generada por las industrias basadas en tales especies. En este mismo sentido, los sectores cordilleranos andinos ubicados en la zona de Panguipulli (39° S), fueron floreados dejando en pie enormes árboles sobremaduros de coihue y bosques muy abiertos que permitieron mayor ingreso de luz y aumento de la cobertura de colihue ( Chusquea culeou E. Desv . ), así como como otras especies de Bambuceae. Colihue es una espe- cie fuertemente competidora para la regeneración de las especies de Nothofagus , lo cual favorece en el largo plazo a especies más tolerantes como tepa y mañío hembra (Unda et al. 1990, Otero 1994, Otero y Monfil 1999). Caracterización general del estado de degradación de los bosques nativos adultos. En la presente sección se proveen resultados de la caracterización de bos- ques adultos de los tipos forestales siempreverde y coihue-raulí-tepa que fueron preliminarmente cla- sificados como degradados a partir de indicadores cualitativos y cuantitativos que muestran cambios fáciles de medir luego de las perturbaciones antró- picas (Chazdon 2003, FAO 2009, 2011, Stanturf et al. 2014b). A partir de la definición legal de bosque en Chile, del proceso de degradación y del estado del bosque, es posible establecer criterios e identificar características, a nivel de rodal, para desarrollar una pauta preliminar con el objetivo de reconocer un bosque degradado, como se presenta en el cua- dro 9.1. Este listado de criterios y características se sintetizó desde los artículos de Thompson et al. (2013), Stanturf et al. (2014b), Ghazoul et al. (2015) y Modica et al. (2015), considerando la evaluación en terreno de cuatro rodales de bosques adultos de los tipos forestales siempreverde y coihue-raulí-tepa alterados por floreos pasados (ensayos establecidos el año 2015 en la región de Los Ríos, 39-40º S). En la caracterización del estado del bosque de- gradado se debe considerar que los criterios tienen diferente peso, siendo prioritarios la composición de especies, la distribución diamétrica total, la distribución diamétrica de especies comerciales (estructura) y la regeneración, y como criterios de menor peso, la distribución espacial de los árboles residuales, el área basal y las especies competidoras. Por lo tanto, según la pauta del cuadro 9.1, el primer grupo de criterios está relacionado con la pérdida de cobertura del dosel arbóreo, la pérdida de espe- cies (composición, biodiversidad), la alteración en la estructura diamétrica y la falta de regeneración de especies arbóreas. El segundo grupo, en tanto, considera la disminución de las existencias en cre- cimiento y biomasa (área basal y volumen), la alta densidad y dominancia de especies no comerciales o secundarias, la abundante regeneración de espe- cies no comerciales y arbustivas, y la alta densidad y cobertura de especies competidoras. De acuerdo a cada atributo del bosque que se ve alterado o disminuido por la degradación, en el cuadro 9.1 se destacaron las tres características consideradas más importantes para reconocer a un bosque degradado. Los floreos efectuados en los bosques de ambos tipos forestales abrieron el dosel principal, permi- tiendo la regeneración de especies semitolerantes, principalmente avellano ( Gevuina avellana Molina) y ulmo en el caso de siempreverde, y raulí en el
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