Silvicultura en bosques nativos: experiencias en silvicultura y restauración en Chile, Argentina y el oeste de Estados Unidos

130 — Silvicultura en bosques nativos mantener la composición y favorecer el crecimiento de los mejores árboles. La conducción incluirá raleos sobre N. dombeyi para mantener su densidad por debajo de cierto umbral de participación, que per- mita a A. chilensis mantenerse y seguir produciendo, acorde al ritmo de evolución de la enfermedad, sin ser excluido por la competencia interespecífica. Los individuos de N. dombeyi de calidad deberían ser conducidos mediante podas para producir madera libre de nudos a la cosecha. El umbral de participa- ción de N. dombeyi aún no ha sido determinado. Con el fin establecer parámetros de manejo para el proceso de conversión y conducción del bosque mixto se han iniciado las siguientes investigaciones: 1. Establecer la relación entre el espacio de crecimiento ocupado por especie y estrato (dominantes+codominantes e interme- dios+suprimidos), expresado mediante el índice de área foliar y sus crecimientos. Esta relación será utilizada para el control de la densidad de manejo. 2. Evaluar la supervivencia y crecimiento de renovales por especie en función de la luz y agua disponible bajo condiciones controla- das en vivero y en plantación a campo. 3. Analizar el crecimiento de la regeneración natural por especie en función del gra- diente de cobertura del dosel de rodales de A. chilensis enfermos, expresado a través del índice de área foliar. Discusión sobre las nuevas tendencias de la silvicultura y el manejo de los bosques de A. chilensis La elección de un sistema silvicultural tradicional a largo plazo, no considera los impactos de distur- bios no previstos, que con alta probabilidad pueden ocurrir a lo largo del tiempo. La previsibilidad en base al régimen histórico permite su consideración, pero con alta incertidumbre. La integración de dis- turbios de pequeña-mediana escala según su régi- men, por emulación o en forma directa incluyendo en el manejo sus posibles impactos mediante una silvicultura más flexible, puede conducir a bosques multietáneos, con estructuras más resistentes y resi- lientes particularmente frente a escenarios de cam- bio futuros (Puettmann et al. 2009, O´Hara y Ramage 2013, Messier et al. 2013, Bravo-Oviedo et al . 2014). Como se indica en el presente trabajo, los bos- ques de A. chilensis tienen al mal del ciprés como un disturbio relevante que afecta la dinámica natural y condiciona las posibilidades de manejo silvicultu- ral. Bajo la visión silvícola tradicional, para rodales sanos o virtualmente sanos, se ha propuesto para el manejo coetáneo, el sistema silvicultural de acla- reos sucesivos (cortas de protección) (Chauchard y Barnaba 1986); y para el manejo disetáneo, cortas de mejoramiento y entresaca (van Konynenburg 1990). Para rodales afectados por el mal del ciprés se han propuesto cortas de saneamiento con el objetivo de controlar y excluir la enfermedad, para luego ma- nejarlos como bosques sanos (Chauchard y Barnaba 1986). Con la enfermedad presente, estas propuestas no han sido efectivas dado que los síntomas del mal del ciprés (defoliación, pérdida de crecimiento y mortalidad) fueron recurrentes a los pocos años de ejecutada. Amoroso y Larson (2009 y 2010) han propuesto imitar los procesos que inducen la mortalidad me- diante cortas parciales y estimular el proceso de regeneración natural en claros ampliando la corta alrededor de árboles muertos y enfermos, como un sistema de selección en grupos (cortas en claros de dosel) antes que los árboles mueran o manifiesten la defoliación, procurando lograr bosques más sa- nos. Sin embargo, como se ha indicado, las cortas de saneamiento han demostrado no ser exitosas. La corta de árboles antes de su muerte implica la imposibilidad de aprovechar su producción futura (Loguercio 1997), que se lograría por el crecimiento de individuos que, aún con síntomas de la en- fermedad, permanecen vivos por varias décadas (Cali 1996, Loguercio et al. 1998, Mundo et al . 2010, Amoroso y Larson 2009 y 2010, Amoroso y Daniels 2010, Amoroso et al. 2015). Además, el mantenimien- to de esos árboles, que una parte son femeninos y

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=