Silvicultura en bosques nativos: experiencias en silvicultura y restauración en Chile, Argentina y el oeste de Estados Unidos

Capítulo 6. Propuestas silviculturales para el manejo de bosques de Austrocedrus chilensis sanos y afectados por el mal del ciprés — 125 parcelas cuadradas de 400 m 2 de rodales postfue- go, originalmente coetáneos, con baja densidad y abiertos por el mal del ciprés , donde la precipitación es de aproximadamente 1.000 mm/año. Se puede observar que la mayor densidad de arbustos en el sotobosque coincide con un mayor número de re- nuevos de A. chilensis , en especial de menos de 20 cm de altura. Se deduce que el sotobosque habría producido un efecto nodriza para el establecimiento de la regeneración de A. chilensis . Ensayos de refo- restación con A. chilensis en bosques degradados, con distintos tratamientos de cobertura arbórea y sotobosque, corroboraron la importancia de la protección en la etapa de establecimiento de la rege- neración (Loguercio 1997, Urretavizcaya et al. 2012, Urretavizcaya y Defossé 2013, Urretavizcaya 2015). Los resultados anteriores permiten concluir que el manejo silvicultural de los bosques de A. chilensis depende de la presencia y grado de afectación del mal del ciprés . Por ello es necesario diferenciar una silvicultura posible para rodales en apariencia sa- nos, de otra para los rodales claramente afectados por el mal del ciprés (Loguercio 1997). Llamamos rodales en apariencia sanos y no simplemente sanos debido a que, aunque no se detecte mortalidad y de- foliación intensa (criterio para valorar la intensidad del ataque del mal del ciprés ), no se puede asegurar que el rodal o parte de él esté libre de la enfermedad. Sobre la base anterior, a continuación se presentan pautas silviculturales para las primeras intervencio- nes como proceso de manejo adaptativo. Propuestas silviculturales para A. chilensis Silvicultura de rodales en apariencia sanos. Sobre la base del conocimiento de la biología de la especie, la estructura y su dinámica natural, se presentan criterios silviculturales para la toma de decisiones prácticas, adaptada al estado actual de cada rodal. Si bien existen patrones generales del proceso de recolonización postfuego, los rodales de A. chilensis presentan una gran heterogeneidad, determinada por condiciones naturales y por la influencia del uso antrópico (Schmidt 1985, Veblen y Lorenz 1987, Kitzberger 1994, Loguercio 1997). La aplicación de una silvicultura adaptativa más flexible, frente a un mosaico de estructuras que varían en densidad y tamaño de los árboles en poca distancia, implica no definir a priori una intervención siguiendo un sistema silvicultural tradicional, en base a paráme- tros fijos generalmente tendiente a homogeneizar la estructura del rodal. Se considera más apropiado adaptar las intervenciones a las variadas estructu- ras presentes en base a tres criterios, combinando la mirada sobre los árboles individuales y sobre el conjunto en el rodal. Los criterios de diagnóstico propuestos son: 1. la calidad y distribución de los mejores indivi- duos dentro del rodal, 2. la estabilidad de los árboles y 3. la regeneración natural. En cuanto al primer criterio, calidad y distri- bución de los mejores individuos dentro del rodal, un árbol técnicamente bueno para la producción de madera de calidad es aquel que tiene un fuste recto, ramas finas en la parte baja del fuste y buena vitalidad (copa grande y de color verde intenso) (Burschel y Huss 1997). Ramas finas en A. chilensis se producen solo bajo altas densidades durante las primeras décadas de vida (Loguercio 1997). Dado que la especie no posee poda natural, si el objeti- vo fuera producir madera libre de nudos, el fuste debería ser podado hasta por lo menos 5-6 m de altura, en sucesiva intervenciones (Schmidt 1985, Loguercio 1997). Las mismas deberían realizarse cuando el diámetro en la base de la porción a podar no supere los 10-12 cm. Para que una poda de cali- dad tenga sentido se debe realizar oportunamente y el árbol debe llegar a la cosecha con un DAP de por lo menos 45-50 cm (Burschel y Huss 1997). Un ob- jetivo para las primeras intervenciones debería ser mejorar la calidad tecnológica del rodal, expresada a través del porcentaje de árboles vitales, con fustes de buena forma, capaces de producir madera de alta calidad. Las intervenciones siguientes deberían,

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