Silvicultura en Bosques Nativos vol. 1
41 Plantas de Nothofagus mediterráneos para restauración se conoce de la especie geográficamente se ubica en los 37° 27’S – 71°58’O, con una cota altitudinal de 340 m, separada a unos 100 km al sur de la distribución original. Es probable que esta población haya quedado aislada a causa de las avalanchas y flujos de detritos derivados de la ruptura de la laguna Laja hace alrededor de 10.000 años atrás (Le-Quesne y Sandoval 2001). En la Cordillera de la Costa, los bosques de N. glauca han decrecido fuertemente producto de talas indiscriminadas y del reemplazo por otras especies de rápido crecimiento, situación que también se ha podido observar en la precordillera andina (figura 2). Originalmente se desarrollaban entre los 34° 45’ y los 36° 30’ S, siguiendo el curso inferior del río Itata, desde las cumbres hacia las laderas occidentales, entre los 100 y 700 m.s.n.m. (Donoso 1993, Santelices et al . 2006). Por otra parte, los bosques remanentes se encuentran en una zona que con cierta frecuencia es afectada por incendios y un disturbio de esta naturaleza provoca temporalmente el cambio de algunas propiedades en los suelos (Litton y Santelices 2003) y favorece la invasión de especies alóctonas, donde destaca la agresividad con que lo hace Pinus radiata D. Don (Litton y Santelices 2002). Se estima que la extensión de estos bosques podría haberse reducido desde las 900.000 ha a las 145.554 ha (Urzúa 1975, Santelices et al . 2006). Figura 1 . Bosquete de Nothofagus alessandrii (*) rodeado de plantaciones de Pinus radiata (A= vista vertical y B= vista horizontal).
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