Silvicultura en Bosques Nativos vol. 1
163 Diagramas de densidad y gestión silvícola − Mantener densidades relativas sobre un 0,55 no es recomendable, ya que en esta zona se produce una alta mortalidad por competencia, la tasa de crecimiento del rodal es mínima, los rodales que se manejen sobre esta densidad relativa demorarán más años en alcanzar el bosque meta. Esto lo ilustra la parcela testigo con cifras de 0,50 a 0,78 de densidad relativa y alta mortalidad. En esta zona cualquier incremento del árbol medio irá acompañado de mortalidad (Drew y Flewelling 1979, Newton 1997, Saunders y Puettmann 2000, Shaw y Long 2007). Al respecto, Nyland (2002) indica que densidades relativas hasta un 0,80 podrían justificarse, ya que en estos casos la mortalidad se concentra en individuos suprimidos o intermedios. Sin embargo, para los renovales estudiados de D. winteri que presentan IDR sobre 0,55, sus tasas de crecimiento en diámetro son mínimas, lo que prolonga el tiempo de cosecha de los árboles futuros de manera importante. − Con densidades de manejo entre 0,40 a 0,55 de IDR se logra maximizar la producción de biomasa para uso energético o tableros. De acuerdo a lo experimentado los rodales que se ubiquen en esta zona presentan menor riesgo de caída por viento. − Manejar renovales dejando densidades relativa entre un 0,15 a 0,40 permite concentrar el manejo para madera de alta calidad. Sin embargo, para reducir el riesgo de daño por viento y permitir ingresos en periodos más cortos, lo que es especialmente importante en economías de pequeños y medianos productores forestales, es recomendable densidades relativas límites de 0,30 y 0,45. El tratamiento de raleo moderado representa esta condición, que significa realizar intervenciones cada 8 a 15 años, aumentando su periodicidad en los raleos posteriores con intensidades de extracción que varían de 24 % de IDR en el primer raleo y 15 % en los raleos sucesivos. − Ubicar rodales en densidades relativas inferiores a 0,15 significa una subutilización del sitio y máximos crecimientos a nivel de árbol. Al respecto, Gezán et al . (2007) plantean que densidades bajo esta línea podrían indicar que se requiere enriquecer el rodal. Esta situación queda representada por el raleo severo, donde se redujo la densidad relativa de 0,50 a 0,12, quedando en la zona de crecimiento libre el rodal durante diez años. A nivel de árboles individuales esto significó un aumento del área de copa de los árboles dominantes 2,6 veces respecto del testigo y 1,8 veces el tamaño del árbol de área basal media; a nivel de rodal la producción física disminuyó en un 60 % respecto del testigo. El diagrama desarrollado, permite evaluar regímenes de raleos tardíos orientados a la producción de madera de mayor precio en Chile. El uso del DMC en la ordenada y la densidad en la abscisa permite a los silvicultores y potenciales usuarios visualizar con mayor facilidad la relación entre la densidad relativa y el tamaño medio de los árboles a través del DMC en vez del volumen medio, tal y como lo plantean Farnden (2002) y Long y Shaw (2005).
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