Producción y comercialización de hortalizas en la Región de Aysén

Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019. 86 Enfermedades Esclerotinia ( Sclerotinia sclerotiorum ). Se ha presenciado en el cultivo de algunas Brásicas en la Region de Aysén, sobre todo en coliflores y algunos kales. El principal signo es una pudrición blanda acuosa, con la producción de micelo de color blanquecino; se puede diferenciar de otras enfermedades por la formación de esclerocios, que corresponden a las estructuras de resistencia del hongo y que le permiten permanecer en el suelo por largos periodos (más de 5 años). Los esclerocios son estructuras irregulares, de color negro o plomizo, que se confunden con el suelo y no tienen un método de control químico. Las plantas infectadas deben sacarse del predio (Soto, 2017). Mildiú ( Peronospora parasítica ). Se presenta como un micelio aterciopelado, de un aspecto bronceado y localizado en la cara inferior (abaxial) de las hojas, además, presenta una esporulación blanquecina a grisácea, que es abundante en estados avanzados del hongo. Su síntoma en las plantas, se observa como clorosis en zonas localizadas en el haz de las hojas. Las condiciones de alta humedad y frío favorecen el desarrollo del hongo, por lo que el seguimiento debe ser desde el establecimiento del cultivo. Se recomienda eliminar plantas infestadas, para evitar propagar esta enfermedad. En caso de que se tengan varias plantas infestadas y se contamine el cultivo, se recomienda hacer control químico, mediante Mancozeb, o algún otro producto que esté aprobado por SAG. Cabe destacar que para Kale, Mizuna y otras especies de brásicas asiáticas, no existe una gran cantidad de agroquímicos registrados, por lo que el manejo de la ventilación en invernadero es fundamental. Hernia de la Col ( Plasmodiophora brassicae ), Es una enfermedad emergente en Chile, pero de distribución mundial, ya se han informado casos de brásicas como brocoli y coliflor infestados en la Región. Los signos más comunes del hongo son el desarrollo de agallas o tumores en la zona radical de las plantas, afectando su crecimiento debido a una baja en la capacidad para extraer agua del suelo. Como se desarrolla en las raíces, generalmente se observan síntomas cuando el hongo ya está establecido y con un avance importante, presentándose clorosis generalizada, marchitamiento, inducción de floración anticipada y enanismo. El hongo se disemina por esporas, las que pueden llegar a desarrollarse como esporas de resistencia que pueden durar hasta 20 años en el suelo. El control está dado principalmente por manejos preventivos, tales como las rotaciones de cultivo, mejoras en el drenaje de los suelos, evitando la propagación de esporas, arranque de plantas infestadas, controlando las malezas crucíferas y plantas voluntarias, corrigiendo la acidez de los suelos a pH cercano a 7, mediante enmiendas calcáreas. El control químico es escaso, costoso y poco efectivo, por lo que se deben realizar los manejos culturales adecuados (Galdames, R. 2017).

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