Producción y comercialización de hortalizas en la Región de Aysén

Serie Ciencias Agronómicas N°31, 2019. 32 Una caseta de fertirrigación, debe contener al menos un estanque para la preparación de una solución madre (solución concentrada del fertilizante), un sistema de inyección (venturi o bomba) con un medidor de flujo (caudalímetro) para la solución madre, válvulas para la puesta en marcha y cierre del sistema de inyección, y un sistema de filtros (arena o anillos) que aseguren el paso de una solución de riego con partículas de tamaño fino para evitar el tapado de goteros. Si bien es posible fertilizar mediante fertirrigación con un solo estanque para la preparación de soluciones fertilizante, lo ideal es contar con 4 estanques: Estanque 1: para N-P-K; Estanque 2: para Ca-Mg; Estanque 3: para microelementos (Fe, Mn, Zn, Cu, B, Mo) y, en caso de ser necesario, Estanque 4: para ácidos (nítrico, fosfórico, sulfúrico, clorhídrico). Para que la fertirrigación funcione sin inconvenientes, es necesario tomar las siguientes precauciones: (1) Mantener un rango de pH entre 5,5 y 6,5 en el estanque en donde se prepara la solución nutritiva. (2) Mantener una conductividad eléctrica no superior a 1,5 mmhos/cm en el estanque en donde se prepara la solución nutritiva. (3) Conocer la ficha de fertilizantes a utilizar (solubilidad, pH y CE a distintas concentraciones, pureza) o disponer de pHmetro y conductivímetro. (4) No mezclar en la solución madre productos que al juntarlos precipiten. En este último punto, es importante destacar aquellas mezclas que no se deben realizar: ●● Fertilizantes fosforados con fertilizantes cálcicos. ●● Fertilizantes fosforados con fertilizantes magnésicos. ●● Fertilizantes cálcicos con sulfatos. ●●Microelementos no quelatados (Fe) con fertilizantes fosforados en medios ácidos. Entre las principales ventajas de la fertirrigación, se destaca la mayor eficiencia en el uso de los fertilizantes, la mayor posibilidad de establecer una sincronía entre necesidades de nutrientes de las plantas y su aplicación, la significativa reducción de pérdidas de nutrientes (por lixiviación y volatilización) y contaminación ambiental, la mayor posibilidad de reacción inmediata ante carencias nutricionales en las plantas, mayor posibilidad de controlar nivel de salinidad del agua, una menor incidencia de malezas, un sustantivo ahorro en la mano de obra, y todo ello debería repercutir en una mayor productividad y calidad de los cultivos y hortalizas. Por su parte, la fertirrigación también impone algunos requerimientos, tales como el uso de fertilizantes de elevada solubilidad y pureza, la dotación de personal calificado para operar los sistemas, el constante monitoreo del pH, CE, cabezales de riego y emisores, e implica un mayor costo de implementación en

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