Vida e historia del merkén de Santa Juana, Valle de Catirai
43 El ají de Santa Juana: Ecotipos y prácticas de cultivo hileradas sobre suelos planos o en surcos (en la parte alta o baja del surco) o bien en “tablones” (al interior de canchas con bordes levantados). Solo en pocos casos se utilizan mulch para el control de malezas en las camas de cultivo (Figura 13). En la medida que se va plantando se procede con el riego, aunque el tipo de riego utilizado varía entre los agricultores de acuerdo al terreno y capital tecnológico que posean. Algunos cultivan en suelos muy húmedos y no utilizan riego durante el cultivo, dependen de las precipitaciones. La mayoría realizan riegos gravitacionales (por surco o tablones), en tanto solo unos pocos tienen sistemas de riego tecnificado por cintas o aspersión. Cosecha y guardado de semillas La cosecha se produce aproximadamente a fines de marzo o principios de abril. Se espera luna en menguante, porque según se describe: “hace que el ají sea más firme y no se apolille” (evita que se enferme o pudra el ají). Para la cosecha las plantas deben alcanzar un porcentaje importante de sus frutos rojos (más del 50% de frutos rojos), o cuando el clima amenaza con posibles heladas que podrían dañar los frutos irremediablemente. Por lo general la cosecha se realiza arrancando la “mata completa” (toda la planta), con o sin raíces, para ser llevada a las salas, galpones o cocinas de secado y ahumado (Figura 14). Solo en algunos casos se sacan los frutos en forma individual (solo cuando las superficies son muy pequeñas). Es interesante mencionar que en muchos casos el traslado de las matas de ají al secado se realiza sobre carretas de bueyes (Figura 15 y 16). Las plantas cosechadas son levantadas y colocadas en zarandas que cuelgan del interior del techo de las piezas de secado, que donde se prenden fuegos con leña en el piso, que se mantienen prendidos hasta que efectivamente se secan los frutos y así se pueden mantener por más tiempo antes de ser utilizados ya sea para elaborar merkén o formar “ristras” o “cuelgas”. Es interesante mencionar que aún en los casos en que los agricultores mantienen sus variedades por separado en el campo, al momento de llevarlos al secado se juntan todas las plantas y no se mantiene la separación. Una vez que los frutos están secos, se seleccionan por variedad, según la forma y tamaño, para sacarles las semillas de cada variedad que son las que utilizarán al año siguiente. La Sra. Inés Olate menciona que “para extraer las semillas se frota los frutos, se raja la punta y luego sacude el fruto al interior de un tarro de lata, donde se conservan las semillas hasta la otra temporada” .
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