Producción interdisciplinaria: respuestas institucionales a la transversalidad del conocimiento

82 – Producción interdisciplinaria mente se requiere de una formación diferencial por área. Allí el punto importante es la tensión que se genera en la relación entre universidad y sociedad ¿Para qué sirve un programa de estas características? ¿Cómo la universidad logra tener efectos pragmáticos en la comunidad de la que es parte, en la sociedad, y cómo al mismo tiempo los problemas de investigación que una universidad acoge como relevantes están vinculados a las demandas del entorno más inmediato? Ahí también hay una tensión enorme y un desafío muy grande en términos de cómo podemos construir una respuesta a este asunto. También reconocemos una tensión importante que tiene que ver con las expec- tativas de quienes se forman al interior de estos programas, de los que son docto- randos en estos programas, porque también ellos tienen el legítimo derecho a que el título por el cual van, el grado académico, les sea de utilidad en el mercado laboral, en el sentido de que tiene que ser una herramienta útil para la promoción de sus carreras y que les permita insertarse también productivamente en el campo de la investigación o en el campo de las universidades en el futuro (si es que esa va a ser la orientación que le vamos dar a estos programas). El mercado aún reconoce discipli- nas, la universidad todavía reconoce disciplinas y no interdisciplina, y esa será una tensión con la que vamos a tener que convivir permanentemente. Para ir concluyendo, pienso que en este segundo regreso de la interdisciplina a las universidades (el primero se produce en los años sesenta) debiéramos resguardar que tenga una dimensión un poco distinta a la que tuvo en ese momento. Yo no soy tan optimista de que el solo hecho de llamarle interdisciplina o de intentar hacer ciertas cuestiones juntos garantice que vayamos en el sentido correcto, sobre todo para quienes quieran ser críticos del actual modelo de universidades. Perfectamente podría implicar un reordenamiento ante las nuevas demandas que tiene la univer- sidad que implique defender ciertas nociones de lo que la universidad debe ser, que es lo que ocurrió a fines de los setenta con la demanda de reforma universitaria que instala la interdisciplina como una idea novedosa, factible. Hay instituciones com- pletas como la Universidad Autónoma de México (UAM) que se crean para dar respuesta a esa demanda y que terminan, luego, ejerciendo un rol bastante tradicio- nal dentro del sistema de universidades. Las posibilidades que da la interdisciplina no dependen de la interdisciplina misma, sino del uso que le demos a ésta como herramienta. Yo la veo en un sentido mucho más instrumental. Creo que nada nos garantiza que sea parte de la lucha contra hegemónica, me parece que puede ser perfectamente utilizada en un sentido bastante conservador, para mantener las cosas dentro del status quo . El programa que nosotros tenemos, como les decía, es muy nuevo, está lidiando todavía con muchas de estas tensiones, estamos intentado —como cualquier otro proyecto colectivo— tomar decisiones que apuntan a delinear de mejor forma el

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=