Producción interdisciplinaria: respuestas institucionales a la transversalidad del conocimiento
Comentarios del Público - 67 que ha introducido a las posibilidades de interdisciplina las formas de medición del rendimiento académico y de las performances académicas, mediante los indicado- res ISI y, particularmente, la creación de fondos concursables, la dependencia de la investigación a ganar o no concursos. Ocurre en Chile, y me da la misma impre- sión en México, quizás no de la misma forma en Francia. Eso es lo que posibilita investigar, no porque es lo que permite realizar investigaciones, sino porque es lo únicamente reconocido. Es decir, que los investigadores sean capaces de investigar sin financiamiento y en largos periodos porque no se tienen las sumas de dinero para contratar asistentes que hagan partes de los terrenos y entrevistas y que, por lo tanto, se dependa mucho del investigador, del grupo de investigadores, más los estudiantes que por entusiasmo se agregan a investigar. El trabajo de los doctorantes y la gente que está en magíster no califica como investigación y por lo tanto no se asignan tiempos. Existe un mandato virtual de que todo profesor universitario tiene que investigar, pero la universidad no otorga los tiempos para investigar. Eso es una contradicción. Yo creo que es exclusiva responsabilidad de los fondos concursables y la generación de una disciplinarización de la investigación. Porque además tiende a reproducirse, lo que me lleva al segundo punto, las metodologías, la homogenei- zación de las metodologías y su reproducción estándar como metodologías válidas para producir conocimiento en contraste al hecho de que se excluyen otras metodo- logías. Simplemente, cuando no se asigna una metodología estándar, se dice que el proyecto no tiene metodología, o es inviable, o no se reconoce el carácter artesanal de las metodologías ni su ligazón a historias y determinados objetos. Yo creo que ese es un punto central en la cuestión de la interdisciplina que yo prefiero llamarla transdisciplina, para enfatizar que no se trata de dos mónadas, sino que se trata de un emergente que no surge de la interacción de dos focos polares ya constituidos. En ese sentido, la cosa va de mal en peor, porque si en América Latina aún se conserva cada vez menos una relación entre sociedad y universidad, en Europa sim- plemente la universidad no tiene peso en la sociedad. Es un ente aislado. Los acuer- dos de Bolonia han empeorado la situación. Los colegas que han venido desde Fran- cia siempre se sorprenden de la vinculación que aún mantiene la universidad con la sociedad, de la influencia que puede tener, por ejemplo, la Universidad de Chile en la discusión de políticas públicas, cosa que ocurre menos en Europa y menos aún en América Latina. Bernardita Labarca: Buenos días. He estado pensando y trabajando bastante estos temas desde el análisis de un programa antiguo de la UDP de vinculación con el me- dio en Legua Emergencia que tuve que sistematizar. En este debate, sobre el proble- ma social y la definición del problema, me parece muy interesante la presentación de la Universidad de Querétaro, ya que plantea la posibilidad de pensar y dar vuelta un
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