Producción interdisciplinaria: respuestas institucionales a la transversalidad del conocimiento
El colectivo CONTRAST - 63 3. Un colectivo pluridisciplinario Desde su concepción, el programa se desarrolló en un colectivo pluridisciplinario que incluía filosofía, sociología y juristas. Dentro de cada disciplina, los investiga- dores tenían áreas de especialización diversas. Por ejemplo, algunos de los filóso- fos eran especialistas en cuestiones relativas a la enfermedad de Alzheimer y a la jurisprudencia en las residencias de ancianos. Otros estudiaban la actividad jurídica en relación con las hospitalizaciones involuntarias. Más allá del interés por la pro- blemática transversal del programa, que constituía el criterio de pertinencia al co- lectivo, se encontraban distintos temas de investigación. Por eso, la dinámica del colectivo también se apoyó en el interés de cada participante por el discurso y el co- nocimiento de otras disciplinas sobre su propio tema de investigación y otras áreas de su propia disciplina. La formación inicial del equipo buscó fortalecer la dinámica colectiva. El pro- grama permitía una amplia variedad en las formas de implicación de los partici- pantes así como en su intensidad. El grupo inicial reunía a trece personas, luego se añadieron nuevos participantes continuamente hasta constituir un colectivo de más de veinte personas. El interés por la problemática general era el principal criterio de vinculación con el colectivo. Dentro de este cuadro, las maneras de involucrarse podían variar bastante. Por ejemplo, en cuanto a la dimensión de las encuestas empí- ricas, los participantes hacían encuestas específicas cuando los otros querían volver a analizar datos ya colectados. Además, la disciplina no determinaba estas variaciones. En la versión inicial, las encuestas empíricas del programa debían ser realizadas por parejas bidisciplinarias, así que involucraban a todas las disciplinas y a otras mani- festaciones científicas. Después de conseguir el primer financiamiento, que solamente consiguió la mi- tad de los recursos solicitados, el equipo decidió montar dos proyectos suplementa- rios basados en la misma problemática y llamada, como una marca, “la problemática Contrast”, pero aplicada a ámbitos específicos de atención, como la enfermedad de Alzheimer y la protección de mayores discapacitados, con éxito en ambos casos. En términos institucionales, el programa se apoya sobre tres financiamientos, un mismo plan de investigación, aunque tenga ramificaciones, y un mismo colectivo multidisciplinario de tamaño variable. Se puede notar que era difícil hacer recono- cer por la administración, la responsabilidad científica y administrativa compartida, que corresponde a la realidad del trabajo cotidiano, dada la personalización crecien- te de la investigación científica que solamente acepta a un investigador principal. Otro comentario se refiere a la inscripción institucional del programa, que es casi imposible de averiguar: los recursos son manejados por dos unidades de investiga- ción y provienen de tres organismos financieros; cada investigador pertenece a una
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