Producción interdisciplinaria: respuestas institucionales a la transversalidad del conocimiento
24 – Producción interdisciplinaria Desde esta perspectiva, habría que reconocer que las propuestas por compren- der “de manera clara y distinta” las consecuencias conceptuales del uso de los dife- rentes prefijos sobre la voz “disciplina”, comprometen otro problema: las relacio- nes de implicación entre el carácter disciplinar y lo que se proponen delimitar los prefijos. ¿Existen conocimientos y saberes disciplinares que luego buscan establecer diálogos entre ellos? ¿O los conocimientos y saberes disciplinares son resultado de un proceso de especialización de conocimientos y saberes primero no disciplinares? Así se perfilan unas posiciones doctrinarias: (a) lo disciplinar ha devenido tal por un conocimiento no-disciplinar (intuitivo) que le precede y no sabe de disci- plinas, por eso retroactivamente se puede denominar no-disciplinar. Si buscamos ejemplos célebres, diríamos que Aristóteles y Da Vinci posibilitaron lo disciplinar posterior. En oposición (b) lo disciplinar, iniciándose como una práctica que destila su propio objeto y método de conocimiento, en su deriva especializante, se aleja de ciertos problemas de urgencia histórica, formándose primero las disciplinas, cuyos daños “colaterales”, los de la especialización, requieren convocar a un enfoque “más allá de lo disciplinar” 5 . Al respecto, Edgar Morin (2002) señala que una disciplina configura una ca- tegoría organizadora para el conocimiento científico moderno, de aquí la división, subdivisión, sub-subdivisión (etc.), en que cada fragmento reivindica su autonomía, su lenguaje, sus técnicas y sus teorías. Fronteras. Así las disciplinas tendrían su pe- regrino nacimiento, desarrollo y decadencia. Las fronteras disciplinarias operan ais- lando su lenguaje y sus conceptos, reivindicando una propiedad, aislándose de cual- quier otra, de todas las otras. En tal estado, histórico, integrará Morin el concepto de migraciones: cierta disposición a que una disciplina asuma otros conocimientos, términos, ideas de otras disciplinas. Morin (2002) se detiene en la proposición de Marcel Proust: "Un verdadero via- je de descubrimiento no consiste en buscar nuevas tierras sino en tener una mirada nueva" (p. 117). Esta “nueva mirada” consiste en una nueva manera de trabajar, de investigar, de generar conocimiento, una que ponga atención a aquellas dinámicas que se olvidan en el empeño de erigir lo disciplinar, aquellas prácticas que se olvidan o, precisamente, no se ven y habría que hacerlas visibles. Así: Los científicos muchas veces se ven condicionados por el hecho de tener un punto de vista que les fue impuesto. Lo que no pueden divisar es que sus propias disciplinas fueron creadas en un principio tomando muchas cosas de otras disciplinas. Con el 5 Por ejemplo, el primer considerando de la Carta de la Transdisciplinariedad de Arrábida 1994, esta- blece: “La proliferación actual de las disciplinas académicas y no-académicas conducen a un crec- imiento exponencial del saber, qué hace imposible toda mirada global del ser humano”.
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