Producción interdisciplinaria: respuestas institucionales a la transversalidad del conocimiento
Contribuciones para unas praxis transdisciplinares y estudios dedisciplinares - 21 entre las distintas ramas del saber (Centre International De Recherches Et Études Trandisciplinaries [CIRET], 2016a). CIRET organizó el “Primer Congreso Mundial de Transdisciplinariedad” (Convento de Arrábida, Portugal, 2 a 7 de noviembre de 1994), ocasión en que los participantes redactaron y suscribieron la “Carta de la transdisciplinariedad” 2 , de- finida como: “(…) un conjunto de principios fundamentales de la comunidad de espíritus transdisciplinarios, constituyendo un contrato moral que todo signatario de esta Carta hace consigo mismo, fuera de toda coacción jurídica e institucional” (CIRET, 2016b). La Carta constituye una declaración de catorce enunciados breves que, en su conjunto, refieren a los asuntos urgentes para las visiones humanistas de finales de siglo xx 3 , y hace las distinciones entre lo multi e interdisciplinar con lo transdisci- plinar, declarando que este último término busca la concurrencia de lo disciplinar, multi e interdisciplinar, sin que ninguna de tales prácticas tengan que desaparecer o subsumirse en lo transdisciplinar. Es clave tener presente los matices y diferencias que pueden existir bajo el tér- mino “transdisciplinar”. Los organismos transnacionales que rigen los cursos de la actividad económica de estados nacionales y regiones (BID, BM, FMI), así como los que promueven condiciones socioculturales y políticas (UNESCO), o asociaciones de académicos militantes de causas contemporáneas humanitarias y planetarias. Es decir en el plano general aludido, no se trata de reconocer únicamente el siempre presente rostro del capital y su acumulación global, sino también el de asociaciones globales de gentes biempensantes con intereses humanitarios y planetarios, que bus- can caminos para los comunes desde el trabajo por el conocimiento y la creación que vaya más allá de lo disciplinar (con todos sus prefijos). Luego, hay un segundo plano localizado en economías nacionales y sus redes de acumulación de capital bajo el patrón conocimiento-información/valor, en que las articulaciones entre producción de conocimientos útiles, o “ciencia y tecnología”, con los mercados y las instituciones políticas nacionales, generan bienes y servicios bajo lógicas de colaboración multi, pluri o inter y transdisciplinares. 2 De allí su mención en textos y foros internacionales como “Declaración de Arrábida”. 3 Digna de análisis es la proposición del Artículo N.° 7 de la Carta: “La transdisciplinariedad no con- stituye una nueva religión, ni una nueva filosofía, ni una nueva metafísica, ni una ciencia de las cien- cias”.
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