Producción interdisciplinaria: respuestas institucionales a la transversalidad del conocimiento

152 – Producción interdisciplinaria trabajo interdisciplinario, los esquemas de contratación y evaluación de los académi- cos, los recursos requeridos, y las estructuras orgánicas y administrativas. 6. ¿La producción de conocimiento interdisciplinario tiene el re- conocimiento institucional suficiente para su sustentabilidad a futuro? En mi opinión, claramente no; es cosa de ver la rigidez y permisividad en la aplica- ción de la reglamentación de evaluación y calificación de nuestra carrera académi- ca, que es agravada por la estructura orgánica de la universidad, con facultades sin mayor interacción entre ellas —con departamentos, centros y programas sin mayor interacción entre sí—, y por su estructura e instancias de gobernanza, que hace que en la práctica los objetivos, metas y políticas académicas de los distintos niveles de la estructura orgánica de la universidad puedan llegar a ser incompatibles y hasta com- petitivas entre sí. Ello se ve agudizado por la falta de incentivos para el trabajo cola- borativo y la existencia de procedimientos burocráticos que lo traban (por ejemplo, estudiantes que no pueden tomar cursos en otras disciplinas y unidades académicas por las formas de asignar presupuestos o de convalidar asignaturas), y también por la cultura individualista proveniente de la intervención militar (“sálvese quien pueda” y “como pueda”). Lo interdisciplinario también se ve dificultado por la política de los fondos concursables estatales, que demandan de los académicos de la universidad la con- formación de sociedades externas a ella, las que entran a competir y sobreponer atribuciones en la gestión de las unidades y en las responsabilidades docentes y de investigación de los académicos que participan en ellos, como es el caso de los cen- tros de excelencia. Quisiera ahora destinar algunos minutos a relevar la pertinencia y actualidad internacional del tema al que se nos ha invitado a conversar. The Association of American Universities de Estados Unidos, que agrupa a rectores y decanos, publicó el año 2005 el “Report on the Interdisciplinarity Task Force”, en que aborda la sustentabilidad de los proyectos, programas, centros e insti- tutos que se hacen llamar interdisciplinarios y sobre los cuales existían dudas acerca de lo que estaban rindiendo respecto con lo que inicialmente se había planteado. Programas que habían crecido en número, diversidad y complejidad y que reflejaban la necesidad de nuevas generaciones de conocimientos disciplinarios y métodos de investigación para resolver problemas nuevos y complejos y el valor educacional que representaban para que los estudiantes puedan analizar problemas desde múltiples perspectivas. De acuerdo a este informe, los rectores y decanos enfrentaban desafíos importantes respecto a cómo incentivar o desincentivar proyectos interdisciplina- rios, dependiendo de su grado de éxito.

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