Producción interdisciplinaria: respuestas institucionales a la transversalidad del conocimiento

124 – Producción interdisciplinaria mente tradicionales o apegadas a cánones elaborados en torno al arte en diferentes periodos de la modernidad y etapas posteriores (concepciones ilustradas del arte, románticas, modernistas, vanguardistas, neovanguardistas, etc.), así como un per- manente desplazamiento de fronteras disciplinares dentro de las prácticas artísticas y una constante redefinición de expresiones y manifestaciones, para dar cuenta de las innumerables articulaciones que se construyen en torno al arte. La complejidad interdisciplinar en las artes deviene en al menos dos niveles, según el tipo de expresión creativa y su contexto disciplinar. Desde lo canónico, lo interdisciplinar ha significado recién poner en contacto miradas preconcebidas res- pecto del arte; desde lo contemporáneo, lo interdisciplinar se asemeja a una impron- ta que se resignifica permanentemente y robustece el principio de riesgo e incerti- dumbre inherente al arte. Es precisamente por esto que acentuar y problematizar los alcances de la interdisciplina, en el campo del arte, debiera ser una tarea obligada de las universidades, acostumbradas a normalizar y generar estructuras poco flexibles a las resignificaciones disciplinares. 1. El arte en la disyuntiva del conocimiento La convivencia entre diferentes expresiones y comprensiones de la interdisciplina en las artes tiene en la universidad un espacio natural de conflicto y debate. Por un lado, como institución normalizadora del conocimiento, en lo tocante a las prácticas ar- tísticas, la universidad suele ser heredera de los modelos tradicionales de conserva- torio (o escuela de Artes), cuya estructura primaria de formación y comprensión de la creación artística, concitan más escepticismo y disonancia con el relato interdisci- plinar de las expresiones contemporáneas. De manera simultánea, la universidad sigue siendo un espacio —muchas ve- ces de resistencia— donde se ejerce una posición crítica respecto de las fronteras disciplinares y se reelabora de manera permanente el lugar de las artes (junto a las humanidades) en el contexto del mundo universitario. Nelly Richard sitúa a las artes y las humanidades, la creación y el pensamiento artístico como los reductos donde se ofrece una mayor resistencia crítica a criterios de eficacia y eficiencia que imperan en el modelo de “universidad-empresa” (Richard, 2015). Efectivamente, ante la racionalidad objetiva que se constituye en única forma de evaluar el trabajo de las universidades, el arte y las humanidades anteponen “la creación y el pensamiento como ensayo”: El arte y el pensamiento crítico recurren a las vueltas y rodeos del figurar y del repre- sentar para que la relación entre realidad, discurso, forma y significación se vuelva oblicua, plural y discriminativa, logrando así zafarse así de las ataduras que imponen las categorías fijas y las definiciones invariables (Richard, 2015).

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