Producción interdisciplinaria: respuestas institucionales a la transversalidad del conocimiento

114 – Producción interdisciplinaria investigación atípicos, extraños, sin lugar. Hemos intentado, en ese espacio, acoger a “los paria” de las disciplinas y acom- pañarlos en la búsqueda de sus modos de trabajo, en la generación de sus metodolo- gías, en la creación de sus aparatos de análisis. Intentamos invertir el orden habitual y no imponer una metodología ya establecida a todo objeto de estudios. El supuesto ha sido que cada objeto de estudios pide una manera de aproximársele, una forma de abordarlo y que es necesario buscarla, inventarla. Los resultados han sido intere- santísimos. Con el tiempo fuimos acumulando una experiencia que cuajó hace tres años en la apertura de un programa de Magíster en Arte, Pensamiento y Cultura. En el desarrollo del proyecto de este Magíster tuvimos que hacer un estudio de los programas existentes. Una de las conclusiones más evidentes de dicho análisis fue que en Chile casi no hay programas de estudio verdaderamente interdiscipli- marios. Lo que se encuentra mayormente son programas que dan formación plural, con cursos pertenecientes a diversas disciplinas. En las manos del alumno queda, al parecer, la tarea de integrar luego estos saberes. Intentamos superar esta limitación con lo que llamamos Laboratorios de Investigación, que son los cursos troncales del Programa. La idea ha sido que en torno a un tema —habitualmente el objeto de estudio del profesor mismo— se lleve a cabo una experiencia de investigación pluridisciplinar. Los resultados, hasta ahora, han sido muy positivos. El desafío de llevar adelante este proyecto, sin embargo, ha sido fuerte y difícil, no ha estado libre de problemas e incomprensiones. Nos tomó tres años lograr la aprobación del proyecto al interior de la USACH. En gran medida eso se debió a que las autoridades no lograban comprender la propuesta desdisciplinar implícita. Ahora que nos piden presentarnos a la acreditación, tampoco saben muy bien qué hacer con nosotros. Los alumnos mismos, aunque llegan buscando escapar de su formación disciplinar, muchas veces son superados por el reto de tener que desfor- marse, de tener que abrirse a otros modos de trabajo en los que se pierden, de los que no saben nada. Los profesores, por supuesto, somos desafiados permanentemente por estudiantes que vienen de muy diversas formaciones, algunas completamente diferentes a las nuestras, con información que no tenemos, planteando un panorama en el que simplemente no se tiene el control completo. Los resultados, pese a todo, han sido muy positivos. A juzgar por las evaluacio- nes de los estudiantes, para la gran mayoría el programa es todo lo que buscaban y esperaban. Especialmente interesante resulta comentar que, según ellos, una de las cosas que más rescatan es el haber aprendido enormemente de sus propios compa- ñeros. No creo exagerar si digo que para los profesores que conformamos el claustro del programa ha sido una experiencia desafiante, pero también gratificante y refres- cante. Dentro de todo ello, ha resultado especialmente interesante la incorporación de las artes, sobretodo en lo referentes a los trabajos e inclusos tesis mixtas, en las que

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=