Producción interdisciplinaria: respuestas institucionales a la transversalidad del conocimiento
12 – Producción interdisciplinaria veces omnipotente, sino una experiencia que requiere tanto rigor como la humildad de pensar que nada está dado definitivamente y que nadie puede arrogarse el dere- cho de concentrar el privilegio de la verdad. La verdad, o mejor dicho las verdades, se construyen siempre colectiva e históricamente; y el desafío es volcar ese principio a programas legitimados de investigación, de creación, de aventura. Lo interdisciplinar se propone como punto de partida del trabajo en equipo. Cuesta creer que, por más amplios que sean los campos de conocimiento y de ac- ción, los individuos en sí mismos sean quienes concentran todo el conocimiento y enfoques necesarios para el abordaje de un problema complejo de investigación. Sin dudas, la experiencia y conocimiento en otras disciplinas nos hace más proclives como científicos a detectar problemas y desafíos desde otras miradas; pero el acerca- miento interdisciplinar es más eficiente en tanto multivocal. Es más productivo en tanto sea consecuencia de la interacción entre individuos con visiones distintas y no en la mente de un solo individuo en el cual confluyan muchos saberes. Existen ries- gos que se corren al no trabajar en grupo incorporando investigadores procedentes de otras disciplinas. Por ejemplo, el sentirse cómodo adquiriendo marcos concep- tuales parciales, con el riesgo de que conceptos específicos sean tomados sin aludir a un todo más complejo, sea por inexperiencia o por la lectura parcial. Asimismo, al no abordar un trabajo interdisciplinario en equipo puede caerse en anacronismos, o adquirirse conceptos desde otra disciplina y que en ella, éstos ya se hallen superados, en desuso, o suficientemente transformados como para que el sentido de lo que se pretende ya no sea el mismo que les asignó uno mismo. Por definición, la naturaleza interdisciplinaria es aquella donde convergen prácticas y trayectorias muy diversas y es este acto cinegético de producción del conocimiento que surgen nuevas miradas sobre un mismo problema; un todo que es más que la suma de las partes. A partir de lo señalado previamente, no buscamos por objeto la definición de lo multi, inter o transdisciplinar. La cuestión de los límites y pertinencias académicas de cada uno de estos enfoques seguirán en discusión a lo largo de este volumen. Solo asumimos que la mera voluntad de trabajar codo a codo con científicos y otros académicos de disciplinas que no son la propia, ya es un acto de reconocer que en la visión del otro puede haber una complementación de saberes. Muchas veces es- tos saberes disentirán sobre el nuestro propio y es en el acto de compartir nuestras reflexiones que se superan los personalismos y se pueden acceder a planos de cono- cimiento novedosos. Esto implica un reconocimiento de los campos epistemológi- co, ontológico y teórico de nuestros colegas, pero también el reconocimiento de las escalas en la que operan los saberes de otras disciplinas. Solo tomando conciencia de dichos campos de acción es que podemos entender dónde se posiciona nuestro interlocutor científico y cómo visualiza el abordaje de aquello que planeamos en conjunto resolver.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=