Malestar y destinos del malestar: políticas de la desdicha vol. 1

¿Malestar de qué?/ Macarena Orchard — Álvaro Jiménez – 93 menos mantengan su especificidad, lo cual reafirma la importancia de distinguirlos con claridad antes de relacionarlos. Pero, al mismo tiempo, estos resultados abren otras numerosas preguntas. ¿Por qué la experiencia de inseguridad humana, el maltrato y la percepción de soledad se constituyen en sustratos comunes para la sintomatología depresiva y el malestar social? La variable seguridad humana, clave en el análisis del malestar de fines de los ’90, alude tanto al impacto subjetivo que, sobre las personas, tiene el modo según el cual se organizan los derechos sociales básicos (salud, empleo, jubilaciones), así como al temor ante la delincuencia o el “miedo al otro” tan sintomático de la fragili- zación de los lazos comunitarios. Esta variable podría eventualmente aludir también a fenómenos de inestabilidad o de “inconsistencia posicional”, los cuales afectarían tanto las representaciones de la sociedad como la salud mental de los individuos. La percepción de soledad , por su parte, es un fenómeno que subraya la importancia de los lazos significativos con los otros, los niveles de confianza y densidad asociativa, el conjunto de los cuales parecen afectar tanto la salud mental de las personas como la evaluación realizada por ellas de su entorno social 47 . Por último, la declaración de experiencias de maltrato igualmente alude al problema de la vinculación con el otro, un problema que ha sido explicado por la forma particularmente moral de vivir la desigualdad en Chile, donde la sensación de maltrato o abuso representa su extremo más visible 48 . Ello demuestra que la desigualdad no sólo refiere a un asunto de distribución económica y de acceso a oportunidades, sino también a una cuestión de derechos y a dimensiones ligadas a experiencias de respeto y reconocimiento: “Es la falta de respeto, el desprecio en el trato cotidiano y el no reconocimiento de la dignidad de las personas lo que más molesta y lo que está en la base de la crítica a la desigualdad de la sociedad chilena” 49 . Es completamente concebible que cuando una sociedad produce este tipo de experiencias, ella también produce formas vivas y variadas de sufrimiento 50 . No obstante, muchos de los individuos que viven estas distintas experiencias y que presentan altos índices de sintomatología depresiva, no por ello expresan nece- 47 Mary De Silva, Kwame McKenzie, Trudy Harpham y Sharon Huttly, “Social capital and mental illness: A systematic review”. Journal of Epidemiology Community Health ,nº 59 (2005): 619-627. 48 Ver Kathya Araujo, “Interactive Inequalities and Equality in the Social Bond: a Sociological Study of Equality”. Desigualdades Working Series Paper , nº 54 (2013): 1-32.; Vicente Espinoza y Eugenio Guz- mán E., “La desigualdad más allá del ingreso: voz, dignidad y capital social”. 95 propuestas para un Chile Mejor (Santiago: Grupo ResPública Chile, 2013), 236-251. Alberto Mayol, Carla Azócar y Carlos Azócar, El Chile profundo. Modelos culturales de la desigualdad y sus resistencias (Santiago: Liberalia, 2013). 49 PNUD, Desarrollo humano en Chile. Los tiempos de la politización (Santiago: PNUD, 2015), 99. 50 Richard Sennett, El Respeto. Sobre la dignidad del hombre en un mundo de desigualdad (Barcelona: Anagrama, 2003).

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