Malestar y destinos del malestar: políticas de la desdicha vol. 1
¿Malestar de qué?/ Macarena Orchard — Álvaro Jiménez – 77 ciedad capaz de inducir malestares, sufrimientos o patologías mentales –un hecho que, por lo demás, la epidemiología ha rigurosamente establecido bajo la noción de “determinantes sociales de la salud”–, representa más bien un asunto estrechamente ligado a una forma de representación, a saber, la generalización de un cierto “juego de lenguaje” en función del cual se expresan o formulan, de acuerdo a un cierto códi- go, nuestros fracasos, descontentos o frustraciones. En este sentido, si el sufrimiento psíquico se ha transformado en un sufrimiento cuya sentido reside en la sociedad, ante todo ello se debe a un cambio del estatus tanto del afecto como de las emocio- nes en el seno de la vida social 14 . Como hemos visto, muchos diagnósticos tienden, por un lado, a redefinir el malestar como una suerte de patología social y, por otro, a inferir un conjunto de conclusiones sobre la sociedad y la subjetividad contemporáneas a partir de la ex- pansión de ciertos fenómenos psicopatológicos. El rasgo común es la representación de problemáticas sociales que, en una escala menor, se estiman reproducidas sobre el plano de los conflictos íntimos…. y viceversa. Aun cuando muchos de estos diagnós- ticos resultan iluminadores, el ejercicio tiende a sostener un curioso flujo circular: de la patología al malestar, del malestar a la patología. Pero, ¿hasta qué punto estos diagnósticos nos permiten comprender la relación entre malestar social y sufrimien- to psíquico? Pues bien cabría la pregunta de ¿por qué algunos individuos desarro- llan patologías y no otros? Por otro lado, ¿qué tipo de diagnósticos se han elaborado en el caso chileno? Si el malestar está asociado a experiencias y a formas de representarse los asuntos comunes en un contexto culturalmente situado, ¿qué se dice en Chile cuando se dice malestar ? ¿Malestar de qué? El discurso del malestar en Chile Todas las sociedades disponen de un cierto juego de lenguaje , códigos semánticos o términos específicos para expresar formas o fuentes compartidas de sufrimiento y malestar. Como plantea Ehrenberg, la idea de malestar parece ser ante todo una cier- ta representación colectiva que algunas sociedades hacen de sí mismas para articular el mal individual al mal común . Sin embargo, las formas que adquiere esa represen- tación y la gramática de su lenguaje es singular a cada sociedad. Ello no sólo porque los términos utilizados son en cada caso particulares, sino también porque estos se encuentran anudados a modos de organización social propios a específicos contex- tos históricos y tradiciones sociopolíticas (ideales, normas, valores) distintivas 15 . 14 Alain Ehrenberg, La société du malaise (Paris: Odile Jacob, 2010). 15 Cf. infra la contribución de Alain Ehrenberg incluida en este libro: “El individualismo y sus malestares. El Self norteamericano versus la Institución francesa”.
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