Malestar y destinos del malestar: políticas de la desdicha vol. 1
El individualismo y sus malestares / Alain Ehrenberg – 67 nivel. En Francia, el tipo de individuo a quien tradicionalmente se le asigna el valor más alto es al ciudadano que renuncia a sus intereses particulares en beneficio del bien público, subordinando lo privado a lo público. Existe incluso una dimensión religiosa de la política en Francia, lo que contrasta con el lugar que normalmente ocupa la política en ee.uu . Otras dos diferencias más de énfasis deben ser subrayadas: mientras los france- ses conciben la igualdad en términos de protección , los estadounidenses la perciben como la igualdad de oportunidades . En asuntos sociales, los franceses hacen hinca- pié en la autoridad , mientras que los estadounidenses ponen más énfasis en la con- fianza [ trust ], confidence y autosuficiencia [ self-reliance ]. En cuanto a la autonomía, tradicionalmente en Francia esta se valoriza como independencia, más que como competencia o cooperación. Por ejemplo, en Francia “competencia” tiende a conno- tar “libre mercado”, ante el cual los franceses se encuentran tan divididos como los norteamericanos lo están frente al “gobierno” [ government ]; mientras, en ee.uu ., la competencia se asocia a “elección”. En ambos caso hay una dosis de ilusión. Tenemos, entonces, dos variantes del individualismo, dos formas en que la so- ciedad se constituye y se comprende. Y esto, curiosamente, va de la mano con dos estilos distintos de psicoanálisis, con dos estatutos distintos del psicoanálisis en la sociedad y con dos formas diferentes de relación entre el psicoanálisis y la sociología. Así, es posible contrastar, por un lado, un psicoanálisis dentro del mundo, en el cual, sobre la base de la (ampliamente norteamericana) psicología del yo [ ego-psy- chology ], la cura representa y fomenta formas de realización; y, por otro lado, un tipo (francés) de psicoanálisis que se esfuerza por existir fuera y por encima del mundo, y en el cual la cura permite al sujeto no tanto resolver como iluminar los conflictos con los que lucha. El psicoanálisis estadounidense siempre ha aspirado a funcionar den- tro de la sociedad y sus instituciones científicas, mientras que el psicoanálisis francés ha afirmado normalmente un estatus extraterritorial, supuestamente ofreciendo una forma de meta-conocimiento. Estas actitudes contrastantes hacia los síntomas y ha- cia la sociedad, están quizá personificadas por Heinz Hartman y Jacques Lacan. El modelo lacaniano se opone al negocio del mundo y sus jerarquías, favoreciendo una escena diferente donde se suspenden o incluso revierten las reglas estándar. Esto tie- ne el propósito de fomentar el reconocimiento de que los ideales sociales son los que impulsan las ilusiones y los síntomas neuróticos. La verdad que el analizante francés se supone debe descubrir es, de hecho, la medida en que la aparente autonomía del individuo está en realidad subordinada a la heteronomía del sujeto experiencial (lo que Lacan tematiza como “sujeto del inconsciente”). En un libro reciente que trata la cuestión de cómo las patologías individuales han llegado a ser percibidas como patologías sociales, considero las discusiones psi- coanalíticas norteamericanas y francesas sobre las neurosis de carácter, patologías
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=