Malestar y destinos del malestar: políticas de la desdicha vol. 1
58 – malestar y destinos del malestar Políticas de la desdicha en cuestión se refiere a los rituales de duelo, especialmente al llanto, el lamento y las expresiones de aflicción que los acompañan. La visión de Mauss es particularmente relevante para la comprensión de qué es lo que se juega en nuestras sociedades en materia de sufrimiento psíquico y salud mental, ya que va más allá de los enfoques individualistas al adoptar un enfoque sociológico que hace hincapié en la represen- tación colectiva: Una gran proporción de las expresiones orales de los sentimientos y las emociones no son otra cosa que expresiones colectivas [...]. Debiera decirse que este carác- ter colectivo de ninguna manera afecta la intensidad de los sentimientos, todo lo contrario [...]. Todas estas expresiones simultáneas y colectivas que tienen un valor moral y, por tanto, obligatorio para el individuo y para el grupo, no son meras ma- nifestaciones; son signos, expresiones que son comprendidas, en otras palabras, son un lenguaje. Los lamentos sirven como palabras o frases. Deben ser pronunciadas, y si deben ser pronunciadas es porque todo el grupo las entiende. Las personas en el grupo no sólo están expresando sus sentimientos, sus sentimientos se manifiestan a los demás, ya que deben ser manifestados. Se manifiestan, a sí mismos, al ser expresa- dos a los otros y en nombre de los otros. Esto es básicamente un proceso simbólico 13 . Así, Mauss destaca lo que constituye la naturaleza social de la subjetividad, de la ex- periencia de los afectos, de las emociones y de los sentimientos. Aquí no se trata de una cuestión de coerción física, como si la expresión emocional fuera forzada a salir, como ocurre con el jugo cuando se exprime un limón. La relación entre la emoción y el duelo no responde a una causa natural ni a un asunto de construcción social que la cultura añadiría a la naturaleza. Ella es, podríamos decir, intrínseca a la propia natu- raleza de los afectos expresados, y su expresión ocurre y toma forma en un contexto social, en conformidad con las normas sociales, que les permiten ser reconocidos y utilizados para distintos propósitos. Estamos tratando aquí con las expectativas que imbuyen el afecto mismo. Es por esto que las emociones y los sentimientos son, de alguna manera, tanto obligatorios como voluntarios, tanto esperados como espontá- neos, punto en el cual Mauss puso énfasis: “Este convencionalismo y la regularidad no excluyen, de ninguna manera, la sinceridad”, escribió. “No más que en nuestros propios ritos fúnebres. Todo esto es a la vez social y obligatorio, y sin embargo, vio- lento y natural” 14 . Lo social no debería ser separado de lo natural ni el individuo del no podemos detallar aquí. Para ello es posible revisar: Bruno Karsenti, “The Maussian shift: A second foundation for sociology in France?”, en W. James and N. J. Allen (comp.), Marcel Mauss. A Centenary Tribute . (New York: Bergham Books, 1998), 71-82; Robert Castel, “L’autonomie, aspiration ou con- dition?”. La Vie des Idées, Marzo 26, 2010 http://www.laviedesidees.fr/L-autonomie-aspiration-ou. html. La referencia al efecto de la muerte sugerida es un paradigma de este enfoque. 13 Mauss, “L’expression”, 277-278. 14 Ibíd.
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