Malestar y destinos del malestar: políticas de la desdicha vol. 1

Malestar en Chile, política sanitaria y psicoanálisis / Gonzalo Miranda – 43 tarias, lo que podría llegar a ser el nuevo paradigma político del siglo xxi. Revisen, por ejemplo, todo lo que se está escribiendo hoy sobre felicidad. Hay una especie de renacimiento de aquel humanismo tan particular como es el aristotélico, pero revuelto con utilitarismo social y teoría de la evolución, el cual tiende a imponerse como lo razonable y lo correcto por ambos lados del espectro político. ¿Por qué se puede que a un psicoanalista esto no le agrade? El psicoanálisis, ¿tiene algo que decir? Brevemente, quisiera dejar planteadas algunas inquietudes sobre este enfoque político emergente que, por lo demás, es una deriva posible y esperable del proyecto moderno. En primer lugar, hay que hacer notar los riesgos que acarrean las “perspectivas posi- tivas” de la salud, las cuales llevan a confundir salud con perfección o felicidad. De hecho, funcionamiento óptimo suena aún peor que perfección. Es como si se tratara de una máquina que alcanza su máximo rendimiento. Quizás políticamente resulte más elegante hablar de felicidad. Sin ir más lejos, el 19 de julio del 2011, la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó una resolución 22 que, promovida e impulsada por el reino de Bhután, habla sin tapujos de la felicidad como nuevo enfoque para el desa- rrollo. Desde entonces, la onu no sólo decretó la celebración del día internacional de la Felicidad, sino que se he preocupado de publicar anualmente un Informe Mundial sobre Felicidad, cuyas sucesivas versiones han estado a cargo de Jonh Helliwell, Jeffrey Sachs y Richard Layard 23 . Este último ha publicado una serie de trabajos altamente influyentes que, vinculados a Políticas de Salud Pública y Economía de la Salud, han sido desarrollados por su equipo de investigación sobre depresión en la London School of Economics . Por cierto, ahí está lo que viene para los próximos años. ¿Cuál es el ries- go? Ampliar de manera infinita el radio de acción del sistema sanitario y, tal como van las cosas, transformarlo en el brazo armado del sistema económico. Si el higenismo original era el poder de hacer vivir para la reproducción de la fuerza de trabajo en un mundo industrial, en esta nueva fase del desarrollo capitalista la biopolítica parece ha- ber asumido el desafío de hacernos felices. Pero, ¿para qué? En una entrevista concedida al diario argentino La Nación , Layard señalaba: “sabemos que en los países desarrollados la principal causa de infelicidad es la en- fermedad mental […]. El Estado debería ofrecer las drogas adecuadas, o una terapia conductivista de no más de 15 sesiones”. Entonces, la periodista le mencionaba que, 22 Naciones Unidas [UN], Asamblea General, La felicidad: hacia un enfoque holístico del desarrollo , A/ RES/65/309 (Nueva York: Naciones Unidas, 2011). http://www.un.org/en/ga/search/view_doc. asp?symbol=A/RES/65/309&Lang=S 23 Cf., en particular, su primera versión: Earth Institute, World Happiness Report , J. Helliwell, R. Layard y J. Sachs (eds), (New York: Earth Institute, Columbia University, 2012). http://www.earth.columbia . edu/sitefiles/file/Sachs%20Writing/2012/World%20Happiness%20Report.pdf

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