Malestar y destinos del malestar: políticas de la desdicha vol. 1

170 – malestar y destinos del malestar Políticas de la desdicha consulta, puede sentir que no es lo que debería ser o que aquella gratificación no es buena. En este particular sentido, si tiene algún problema este se relacionaría con haber encontrado el objeto. Sin embargo, en general, esa problematización no re- sulta suficiente pues no se instala el Sujeto-supuesto-Saber. Para ello sería necesario que dicho supuesto operase en el lugar del goce sexual, lo cual pone en evidencia la transferencia en sujetos neuróticos donde, para entrar en el circuito transferencial, es requerida una pérdida de goce. En consecuencia, cuando el goce está al alcance de la mano, se dice que el perverso tiene la respuesta, una respuesta inercial, en la cual no hay lugar para el saber del otro 6 . La perversión pone en juego aquello que Freud 7 enuncia sobre la perversión polimorfa infantil, en tanto muestra la relación entre la pulsión y el objeto: hay sa- tisfacción parcial con el objeto, sólo hay pulsión parcial hacia el objeto. Esta perver- sión generalizada, sin embargo, pasa a una perversión restringida a propósito de la relación entre el falo imaginario y el objeto a . En la perspectiva pulsional, el sujeto perverso se sitúa como objeto de la pulsión, como un medio para el goce del Otro 8 , el matema del fantasma invertido. “La perversión añade una recuperación de la función fálica […] el sujeto aquí se hace el instrumento del goce del Otro” 9 y sólo es instrumento del goce del Otro en tanto se opone al símbolo y su funcionamiento 10 . ¿Lazo social en la perversión? De manera general, se hace lazo social desde el lado del síntoma, cuyo modo clásico es aquel que Freud 11 señala para describir el surgimiento de la religión en Tótem y Tabú . Supone la represión y la sustitución del símbolo, así como el efecto de signi- ficación que orienta el deseo hacia la gratificación perdida pero atravesada por la ley que prohíbe el goce. Entonces, ¿cuál sería la vía perversa de establecer el lazo? No es por medio el síntoma, sino más bien en función del fantasma mismo que goza si- lenciosamente. “Los perversos abordan el lazo social por otra vía: micro-sociedades de amos, amistosas redes fundadas sobre una especie de pactos o de contratos, […] la exigencia de singularidad prevalece siempre sobre la de comunidad y se opone a 6 Jacques-Alain Miller, “Fundamentos de la Perversión” en J.-A. Miller, G. García y A. Stevens, Perversi- dades (Buenos Aires: Paidós, 2002), 15-38. 7 Cf. Sigmund Freud, “Tres ensayos de teoría sexual”, en Obras Completas de Sigmund Freud , vol. 7 (1905; Buenos Aires: Amorrortu, 1992), 109-224. 8 Jacques Lacan, “Subversión del sujeto y dialéctica del deseo en el inconsciente freudiano” en Escritos , vol.2 (Buenos Aires: Siglo XXI, 1982), 755-788. 9 Ibid, 783. 10 Eric Laurent, Hay un fin de análisis con niños (Buenos Aires: Diva, 1999), 15. 11 Sigmund Freud, “Totem y Tabú. Algunas concordancias en la vida anímica de los salvajes y de los neuróticos”, en Obras completas de Sigmund Freud , vol. 13 (1913[1912-13]; Buenos Aires: Amorrortu, 1991), 1-164.

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