Malestar y destinos del malestar: políticas de la desdicha vol. 1
162 – malestar y destinos del malestar Políticas de la desdicha horas seguidas. Aquellas latas de sopa, con su logo Campbell’s, son entonces conden- sadores de mirada para el espectador, el cual jamás las ha verdaderamente visto pese a haberlas tenido siempre frente a sus ojos. La hazaña de Warhol es, simplemente, haberlas cambiado de lugar, haberlas transportado de la cocina de su madre a la ga- lería, tratándolas como estrellas al pintar sus retratos. Esas latas de sopa, ¿no evocan, acaso, la anécdota del joven Lacan veinteañero que, relatada por este varias veces y particularmente en el Seminario 11 , es práctica- mente contemporánea a las Campbell’s Soup Cans ? Acompañaba a pescadores en Bretaña. Era el tiempo en que me libraba, en compañía de P’tit Louis, a la más difícil de las pequeñas industrias que permiten vivir a las comunidades costeras. Habían allí tres tipos excelentes cuyos nombres me son aún queridos, con quienes hice una cantidad de cosas en las que no me detendré, y entre ellos estaba el mencionado P’tit Louis. Veníamos de comer el contenido de una lata de sardinas, la cual flotaba alrededor del bote. P’tit Louis me dice entonces las siguientes palabras, muy simples: Tú ves esa lata porque la miras. Pues bien, ella no necesita verte para mirarte . 28 Para decirlo brevemente, un objeto no tiene necesidad de verles para mirarles 29 , es suficiente que eso les atraiga el ojo, les interpele, incluso les ofenda, al igual que aquel desecho humano, una lata de sardinas en el océano; o como Lacan mismo que –jo- ven burgués delicado, no muy sagaz, y desplazado por vacaciones a aquel medio de rudos pescadores bretones– no encontró muy divertido el chiste de P’tit Louis, quien se burlaba de él. Lacan extrae de este su teoría de la mirada como “objeto a ”, aquello que hace “mancha en el cuadro”, aquello que les mira –les concierne– ínti- mamente y que les indica su castración, como la calavera en anamorfosis de Los Em- bajadores de Holbein. Para Warhol, sin duda alguna, aquellas latas de sopa familia- res, manipuladas cotidianamente por su madre que se había ocupado de él durante una grave enfermedad de infancia y quien, a su vez, le había enseñado a fabricar sus primeras obras –unas flores de metal hechas a partir de tapas recuperadas de latas de conserva vacías–, son también el emblema del deseo del Otro, su objeto a . Por lo demás, Warhol afirmaba que era su única obra: “Si solamente me hubiese quedado 28 Jacques Lacan, El Seminario, libro XVI. De un Otro al otro, 1968-1969 (2006; Buenos Aires: Paidós, 2008), 84; Jacques Lacan, El Seminario, libro XI. Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis, 1964 (1973; Buenos Aires: Paidós, 1995), 102. La comparación de las dos versiones es interesante: la presencia de la muerte próxima de los pescadores, por tuberculosis, ronda en 1964, así como la presencia “inenarrable” de Lacan el burgués en la escena y la diferencia de clases. 29 [Nota del traductor] En los dichos de P’tit Louis referidos por Lacan, el giro francés elle te regarde se traduce literalmente como ella te mira . No obstante, en dicha frase resuena la muy corriente expre- sión francesa ça te regarde , la cual quiere decir eso te concierne . Cuando Lacan retoma las expresiones de P’tit Louis al pie de la letra, es allí donde ellas constituyen un juego de palabras.
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