Malestar y destinos del malestar: políticas de la desdicha vol. 1
Camille o los tiempos de entrada / Pablo Cabrera – 145 vías habituales y normales fracasa[…] 10 . De esta manera, subraya el aspecto económico, el que si bien no abandonará en lo restante de su obra, si complejizará en relación a lo real y al yo desde 1920 en ade- lante 11 . En efecto, en Análisis terminable interminable, Freud planteará un verdadero campo de indagación en esta dirección. La condición más favorable de análisis, nos dice, implica un “yo” con alteraciones mínimas, una etiología traumática relacio- nada con acontecimientos infantiles y un aspecto constitucional favorable. Indica que las “alteraciones del yo” tienen su propia historia de formación, aunque “[…] hay que confesar que no estamos lo suficientemente familiarizados […]” 12 con estos fenómenos. Sabemos que, en una primera época, la “alteración del yo” refiere a su propia constitución y a aquella del aparato del cual forma parte. El “yo” será una modi- ficación del “ello” a través de la identificación con rasgos de objeto. La siguiente alteración estructurante del sujeto ocurrirá en la construcción del “superyó”, por la vía de la represión de la sexualidad infantil y la identificación de la ley y del ideal. Una alteración de otro orden la encontraremos, luego, en la lucha que lleva a cabo el “yo” en contra del retorno de lo reprimido, lo cual dará lugar a la construcción del síntoma. Finalmente, también hay una tercera acepción que da cuenta de las marcas dejadas por vivencias extremas, a las cuales podemos llamarlas desgarraduras del yo, indicando que en ellas se desmontan condiciones de procesos de elaboración. Ellas se encuentran referidas a un orden subjetivo más fundamental y abarcador que las anteriores, en tanto involucran no sólo al “yo” como instancia, sino también a aque- llo anterior que lo hizo posible 13 . Los desgarramiento del yo serán, por consiguiente, consecuencia de un encuen- tro límite del sujeto con la alteridad del otro –sea éste un individuo, un grupo so- cial, el Estado o, incluso, la propia naturaleza. Los observamos en la manera en que algunos individuos sortean la castración, pero también en los efectos de la vivencia real de traumatismos inesperados que, sin apronte angustiado, impactan sobre la última superficie de defensa atravesada por el afecto del terror 14 . Desgarradura , en 10 Sigmund Freud, “18 ª conferencia . La fijación del trauma. Lo inconsciente” en Obras Completas de Sig- mund Freud , vol. 16 (1916; Buenos Aires: Amorrortu, 2010), 250. 11 Cf. André Green, La nueva clínica psicoanalítica y la teoría de Freud (Buenos Aires: Amorrortu, 2001). 12 Freud, “Análisis terminable”, 224. 13 Si bien Freud introduce esta línea de investigación desde 1910 en adelante, será luego de 1920 donde la explorará de manera más detenida, gracias a la Introducción del narcicismo en 1914. Cf. Sigmund Freud, “Más allá del principio del placer ”, en Obras Completas , vol. 18 (1920; Buenos Aires: Amorrortu, 2010), 1-62; “Inhibición, síntoma y angustia”, en Obras Completas , vol. 20 (1926; Buenos Aires: Amo- rrortu, 2010), 71-164. 14 Freud, “Más allá”.
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