Cirugía en medicina general: manual de enfermedades quirúrgicas

392 Cirugía en Medicina General MANEJO El tratamiento ideal de este tipo de derrame es aquel que consiga un alivio rápido de los síntomas con la mínima incomodidad para el paciente (la mejor paliación), evitando la hospitalización y con los menores efectos secundarios posibles. Se han desarrollado distintas técnicas terapéuticas como tratamiento paliativo en estos pacientes. La más conocida y ampliamente utilizada, es la realización de toracocentesis evacuadoras repetidas (especialmente cuando el pronóstico del paciente es ominoso a corto plazo), aunque se trata de una opción insuficiente en el manejo del derrame maligno recidivante, ya que, en la mayoría de los casos, el reacúmulo de líquido pleural se produce de forma rápida (Morales y otros, 2014). PLEURODESIS La pleurodesis o esclerosis pleural es una técnica usada para tratar paliativamente los derrames neoplásicos recurrentes en los que el pronóstico a largo plazo es aceptable (mayor de 2 meses). Dadas las limitadas expectativas de vida de estos pacientes, el objetivo de este tratamiento es manejar los síntomas y disminuir los costos y las complicaciones de las toracocentesis evacuantes a repetición. La técnica consiste en introducir a la cavidad pleural un agente irritante que permita la sínfisis de ambas pleuras, evitando así la acumulación de líquido. Los agentes más usados para producir esclerosis pleural son el talco, la tetraciclina, la doxiciclina, la minociclina y la povidona yodada (Ibarra-Pérez, 2005). Se pueden administrar a través de una sonda de pleurostomía que previamente haya evacuado la cavidad, o bien por VTC, que además permite biopsiar la pleura y realizar irritación mecánica pleural (pleurodesis abrasiva). Todos los agentes pueden producir fiebre, dolor y náuseas. CATÉTER PLEURAL PERMANENTE (CPP) Los catéteres pleurales permanentes son una alternativa de tratamiento relativamente nueva de manejo de los derrames pleurales y en especial del derrame pleural neoplásico. Consiste en la instalación simple o tunelizada de un catéter en forma permanente en la cavidad pleural, ya sea para el drenaje continuo o intermitente del derrame. Se ha demostrado además que la presencia del catéter en la cavidad pleural induce pleurodesis en más de la mitad de los pacientes que lo portan por más de 60 días, lo que lo hace una alternativa muy adecuada cuando los pacientes no pueden ir a pleurodesis por VTC (Feller-kopman & Light, 2018). CONCLUSIÓN El síndrome de ocupación pleural es una entidad frecuente en la práctica clínica. Ocurre cuando la cavidad pleural es ocupada por aire, líquido o un sólido. Lo más frecuente es que sea ocupada por líquido denominándose derrame pleural. El enfrentamiento del paciente con un síndrome de ocupación pleural se inicia con una anamnesis detallada de los síntomas, patología previa y fármacos que consume el paciente, seguido de un meticuloso examen físico con énfasis en el examen segmentario pulmonar. Se continúa el estudio con una imagen que pudiese llegar a ser diagnóstica en algunos casos y el estudio del líquido pleural por medio de una toracocentesis. En algunos casos estos estudios pueden no llegar a ser suficiente por lo que se deberá recurrir a una biopsia pleural. Aun así, existe un grupo de pacientes en los cuales no se encontrará diagnóstico y a los cuales se les deberá realizar seguimiento para evaluar la evolución de la enfermedad. Si bien el enfrentamiento inicial de la patología corresponde frecuentemente al médico general, su etiología puede ser compleja y de manejo de un equipo multidisciplinarios. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Bintcliffe, O., Hallifax, R., & Edey, A. (2015). 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