Cirugía en medicina general: manual de enfermedades quirúrgicas

34 Cirugía en Medicina General normal con un resultado adverso para el paciente (ej.: infec- ción, hemorragia) (Townsend y cols., 2009). No se debe confundir con una secuela, que corresponde a una conse- cuencia inevitable de un procedimiento quirúrgico (ej: cicatriz, amputación) o una falla al curar, que es cuando la operación se realiza sin complicaciones pero el objetivo original no se cumple. Las complicaciones pueden tener su origen en la enfermedad primaria o en una enfermedad asociada. También se pueden deber a errores en el tratamiento médico-quirúrgico (ej: protocolos, indicaciones médicas) o por causas no relacionadas. Es importante prevenir y tratar las complicaciones porque implican un sufrimiento para el paciente, además de los recursos económico y humanos que implica. Además, una detección y respuesta precoz de la complicación puede ser la diferencia entre un inconveniente breve y una condición discapacitante (Townsend y cols., 2009). FASES DEL POSTOPERATORIO Se distinguen tres fases del postoperatorio POSTOPERATORIO INMEDIATO Hasta seis horas, habitualmente el paciente está en sala de recuperación. Existe monitorización continua de signos vitales y tratamiento del dolor. El tratamiento durante este período habitualmente está a cargo del anestesiólogo. POSTOPERATORIO MEDIATO Es un período de duración relativa donde el paciente está en observación en sala común o en su habitación. La vigilancia es menos estricta y lo principal es la recuperación de la movilidad y tolerancia digestiva. POSTOPERATORIO TARDÍO Desde el alta del paciente, hasta que se reincorpora a sus actividades habituales. Es claro que estas fases a veces se superponen, por ejemplo, un paciente de bajo riesgo que califique para Cirugía Am- bulatoria va a tener su postoperatorio inmediato en sala de recuperación y luego continúa en su domicilio. En el otro extremo se encuentran los pacientes críticos que al finalizar la cirugía van directamente a la Unidad de Cuidados Inten- sivos (UCI). CUIDADOS POSTANESTESICOS Luego de una cirugía, la mayoría de los pacientes serán trasladados a la unidad de post anestesia donde permanecerá el tiempo necesario para recuperarse de esta. Algunos pacientes son llevados directamente a la UCI. Durante este periodo se evalúa la permeabilidad de la vía aérea, los signos vitales, saturación de oxígeno y el nivel de conciencia. También se evalúa que no exista sangrado de la herida operatoria, que los drenajes y tubos estén permea- bles, el desarrollo de hipotermia o hipertermia, balance de fluidos, sensibilidad de miembros inferiores sobre todo en cirugías vasculares u ortopédicas, sensibilidad general cuando se ha utilizado anestesia regional, manejo del dolor y presencia de náuseas y/o vómitos (ASA, 2013). En algunos casos también se evalúa el estado del paciente conmonitoreo ECG continuo, gases arteriales y presión venosa central. El objetivo es detectar precozmente hipoxia, isquemia miocár- dica, reacción adversa a la anestesia o cualquier otra com- plicación que se esté desarrollando (Wojahn y Kaczkowski, 2009; Akhtar y cols., 2013). Los criterios para que un paciente sea pasado a sala o UCI son específicos y se categorizan en escalas, como por ejemplo la escala de Aldrete, que evalúa movilidad, respiración, circulación, nivel de conciencia y oximetría de pulso (Wojahn y Kaczkowski, 2009). En algunos pacientes seleccionados se evalúa también la micción e ingesta de fluidos (ASA, 2009). NIVELES DE ATENCIÓN Según los factores de riesgo del paciente y del acto quirúrgico propiamente tal, se puede definir el tipo de atención necesaria durante el postoperatorio. El tipo de atención variará según el tiempo entre evaluaciones y los cuidados necesarios. Así, se diferencia la cirugía ambulatoria de la hospitalización, y en el caso de ésta última, la cama básica de la unidad de pacientes críticos (UPC). Cirugía Ambulatoria Se refiere al postoperatorio que se realiza en el domicilio. Para asegurar una buena evolución, lo más importante es contar con un familiar responsable, que le ayude al paciente a cumplir con sus indicaciones y que pueda trasladarlo a la brevedad en caso de signos de complicación. Por lo tanto, es necesario que tenga disponibilidad horaria, buena capacidad intelectual y facilidades para acudir al Servicio de Urgencia. Hospitalización Hace referencia al postoperatorio mediato en un recinto hospitalario. Se subdivide en dos grandes posibilidades: • Cama Básica Corresponde a lo que se denomina “sala común” en el Servicio Público de Salud. En las clínicas privadas se conoce como servicio “Médico-Quirúrgico”. En estas unidades se evalúan la magnitud del dolor y los signos vitales con un ritmo horario establecido, típicamente cada 6 horas. También se observa la recuperación del íleo postoperatorio, se realiza un registro de la diuresis, y según corresponda es posible efectuar un balance hídrico, medir el débito de los drenajes y sondas, se revisan y curan heridas operatorias, se movilizan tubos de drenaje, se aplican sistemas de vacío, etc. Todo lo mencionado debe integrarse con la experiencia del cirujano que deberá ser capaz de detectar cuando la evolución no es la habitual, permitiéndole tratar a tiempo una eventual complicación. • Unidad de Paciente Crítico Permite monitorización fina en pacientes de alto riesgo y tratamiento de soporte vital en pacientes con

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