Cirugía en medicina general: manual de enfermedades quirúrgicas
148 Cirugía en Medicina General diante test de aliento con urea marcada, seguida de la confirmación con biopsia (Macías-Rodríguez, 2014). PRONÓSTICO Los adenomas gástricos pueden progresar desde displasia de bajo grado (DBG) hacia la de alto grado (DAG) y malignizarse, siguiendo la secuencia adenoma–adenocarcinoma, similar a como los adenomas colorrectales son precursores del adeno- carcinoma colorrectal. La frecuencia de progresión maligna oscila entre 4 y 60%, siendo habitualmente 10% (Macías-Rodríguez, 2014). Ade- más, como están fuertemente asociados con gastritis atrófica y/o metaplasia intestinal, presentan un mayor riesgo de adenocarcinoma gástrico sincrónico (riesgo de 8-59%) o metacrónico (Pérez, 2018). Su potencial maligno depende principalmente del grado de displasia presente. Un estudio holandés que realizó seguimiento a 1, 5 y 10 años de pacientes con adenomas con displasia de bajo y alto grado, determinó que en el grupo con DBG presentaron adeno- carcinoma un 2,1% de los pacientes al año de seguimiento, 3,1% a los 5 años y 3,9% a 10 años. En cambio, en el grupo con DAG, se diagnosticó adenocarcinoma a un 24,9% de los pacientes al año, 29,5% a los 5 años y 32,7% a los 10 años. (De Vries, 2008). Otro factor pronóstico es el tamaño. En los adenomasmenores de 1 cm el riesgo de cáncer es de 1-5%, mientras que, en los mayores de 2 cm, el riesgo se eleva a un 33-55%. Los adenomas de tipo velloso sonmuy infrecuentes en el estó- mago pero se asocian a un mayor riesgo de malignización (Macías-Rodríguez, 2014). SEGUIMIENTO Si el adenoma, fue resecado completamente y la biopsia descarta adenocarcinoma, se recomienda seguimiento con una EDA al año, y si no hay displasia ni recurrencia, se pueden realizar EDAs de control cada 3-5 años. El seguimiento puede modificarse si coexisten otras patologías gástricas, según grado de gastritis crónica atrófica, metaplasia concomitante o en algunos síndromes polipósicos hereditarios (Pérez, 2018). INTRODUCCIÓN Los tumores del estroma gastrointestinal pertenecen a la familia de los sarcomas, un grupo heterogéneo de tumores sólidos poco frecuentes que se originan desde células mesenquimáticas. Los sarcomas representan el 1% de todas las neoplasias malignas en los adultos y 15% en los pacientes pediátricos. Se dividen en dos grandes grupos, los sarcomas óseos y los sarcomas de partes blandas (SPB), siendo este último grupo el que puede comprometer al tracto gastrointestinal. Los SPB incluyen a las neoplasias del tejido adiposo, muscular, nervios periféricos y su vaina, vasos sanguíneos, y otros tejidos conectivos, y entre ellos, los tumores del estroma Gastrointestinal (GIST). Los GIST, son los tumores mesenquimales más frecuentes del tracto gastrointestinal, y su localización más común es el estómago. Presentanuna relevancia clínica creciente ya que su incidencia mundial registrada ha aumentado sostenidamente en lasúltimasdécadas yporqueconstituyeel principal ejemplo respecto a cómo la investigación en biología molecular y el desarrollo de una terapia molecular dirigida puede cambiar radicalmente el pronóstico de una enfermedad, lo que podría ser el paso inicial hacia la oncología del futuro (NCCN, 2018; Fernández & Martínez, 2018). DEFINICIÓN Los GIST son un tipo de tumores mesenquimales digestivos, que se originan desde las células intersticiales de Cajal, en relación a mutaciones activadoras de los genes KIT o PDGFRA. Tienen un comportamiento biológico variado, siendo algunos esencialmente benignos, otros de agresividad intermedia y otros malignos (NCCN, 2018). Las Células de Cajal son unas células intersticiales difusas ubi- cadas en el plexo mientérico de todo el aparato digestivo, relacionadas con la función de marcapaso intestinal, enlazando el estímulo neural con el efector muscular. Proceden de un progenitor mesenquimal pluripotencial, que puede diferenciarse en varias líneas de tejidos de predominio neural o muscular (AEC, 2010). Los GIST pueden surgir en cualquier parte del tubo digestivo, pero los sitios primarios más frecuentes son estómago (60%) e intestino delgado (30%). Son poco comunes en duodeno (4- 5%) y recto (4%), y muy infrecuentes en el esófago (menor del 1%), colon y apéndice (1-2%). Otras localizaciones descritas son peritoneo, retroperitoneo, hepatobiliopancreáticos, que en conjunto no representan más del 5% (Fernández & Mar- tínez, 2018). NOMENCLATURA Los tumores mesenquimales del aparato digestivo constitu- yen un grupo heterogéneo de neoplasias, que eran difíciles de catalogar histopatológicamente debido a que se desconocía su origen celular hasta hace poco, por lo cual la nomenclatura ha variado mucho en el transcurso del tiempo, generando gran confusión. En 1994 se descubrió el primer marcador inmunohistoquí- mico relativamente específico (CD34), quepermitió vislumbrar su origen a partir de las células intersticiales de Cajal. Su actual denominación es la de Tumores del Estroma Gastro- intestinal o la sigla GIST ( Gastrointestinal Stromal Tumor ). II. Tumores del Estroma gastrointestinal (GIST)
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