Cirugía en medicina general: manual de enfermedades quirúrgicas

111 Capítulo 10 / Hemorragia Digestiva Alta una gastrectomía alta y la sutura del desgarro mucoso (Tavakkoli & Ashley, 2018). C. LESIÓN DE DIEULAFOY Dado el gran tamaño de la arteria subyacente, el sangrado puede ser masivo. Por lo general, se pueden controlar endos- cópicamente (Nelms & Pelaez, 2018). 1. Tratamiento endoscópico Electrocoagulación bipolar, inyección de epinefrina, clips y la ligadura de banda ha sido utilizada con éxito (Klein & Gralnek, 2015). Se sabe que el tratamiento térmico o esclerosante resulta eficaz en el 80-100% de los casos (Tavakkoli & Ashley, 2018). 2. Radiología intervencional Si lo anterior falla, la angiografía y la embolización son una excelente opción (Nelms & Pelaez, 2018). 3. Tratamiento quirúrgico Si ambas opciones no tienen éxito, lo cual es raro, se requiere una intervención quirúrgica (Nelms & Pelaez, 2018). Se puede suturar la lesión. Si no se identifica el punto sangrante puede ser necesaria una gastrectomía parcial (Tavakkoli & Ashley, 2018). D. ECTASIA VASCULAR Son poco frecuentes las hemorragias severas, y la mayoría de los pacientes manifiestan anemia ferropénica persistente por la pérdida continua de sangre oculta (Tavakkoli & Ashley, 2018). 1. Tratamiento endoscópico La coagulación plasma de argón es el tratamiento de elección (resultados satisfactorios hasta en un 90% de los pacientes) y está indicado en caso de hemorragia persistente, con necesidad de transfusiones (Tavakkoli & Ashley, 2018). 2. Tratamiento quirúrgico Cuando fracasa el tratamiento endoscópico hay que consi- derar la posibilidad de una antrectomía (Tavakkoli & Ashley, 2018). E. ESOFAGITIS La esofagitis se observa con más frecuencia en pacientes que ya están hospitalizados por otro motivo y que tienen una sonda nasogástrica permanente (Klein & Gralnek, 2015). 1. Tratamiento médico Los pacientes deben ser tratados con IBP durante 8 a 12 semanas, seguidos de una endoscopia repetida para descartar el esófago de Barrett subyacente (Klein & Gralnek, 2015). 2. Tratamiento endoscópico La EDA es importante para el diagnóstico; sin embargo, la hemostasia endoscópica rara vez es necesaria a menos que se encuentre una úlcera focal con estigmas de hemo- rragia reciente (Klein & Gralnek, 2015). En estos casos se ob- tienen buenos resultados con el control endoscópico de la hemorragia, mediante la electrocoagulación o una sonda calentadora (Tavakkoli & Ashley, 2018). F. GASTRITIS POR ESTRÉS A diferencia de las lesiones ulcerosas causadas por los AINES, es frecuente que las úlceras por estrés sangren con severidad. Sin embargo, debido a los avances en el tratamiento del shock y la sepsis, y al uso generalizado de IBP como profilaxis, la incidencia deHDApor úlceras por estrés ha ido endisminución (Tavakkoli & Ashley, 2018). 1. Tratamiento médico En los pacientes que sangran abundantemente, el tratamiento supresor de la secreción ácida permite en muchos casos controlar la hemorragia (Tavakkoli & Ashley, 2018). Cuando esto no da resultado, se puede considerar la posibilidad de administrar octreótido o vasopresina (Tavakkoli & Ashley, 2018). 2. Tratamiento endoscópico Se debe considerar cuando fracasa lo anterior (Tavakkoli & Ashley, 2018). 3. Radiología intervencional Embolización angiográfica en casos de fracaso de tratamiento médico y endoscópico (Tavakkoli & Ashley, 2018). 4. Tratamiento quirúrgico En otros tiempos era más frecuente diagnosticar y tratar estos casos por medio de la cirugía. Las opciones quirúrgicas consistían en la vagotomía y la piloroplastía, con sutura del punto hemorrágico, o en una gastrectomía semitotal. Estas técnicas tenían unos índices de mortalidad de hasta el 60%. Afortunadamente, en la actualidad raras veces está indicada esta cirugía (Tavakkoli & Ashley, 2018). G. TUMORES DEL TRACTO DIGESTIVO SUPERIOR 1. Tratamiento endoscópico El tratamiento endoscópico permite a menudo controlar la hemorragia, sin embargo, el porcentaje de recidiva hemo- rrágica es elevado (Tavakkoli & Ashley, 2018). Recientemente se ha reportado resultados esperanzadores con el uso de polvo hemostático TC-325 (Hemospray) en estos tumores (Klein & Gralnek, 2015). 2. Tratamiento quirúrgico Dada las altas tasas de recurrencia de sangrado, el manejo definitivo consiste en la resección quirúrgica del tumor con criterio oncológico (Tavakkoli & Ashley, 2018), que va a depender de la naturaleza del tumor, estadiaje y condición clínica del paciente SANGRADOVARICEAL Sedebe tener presenteque en comparación con la no varicosa, esta hemorragia se asocia a mayores riesgos de resangrado, aumento de la necesidad de transfusión, hospitalización más prolongada e incremento de lamortalidad (Tavakkoli &Ashley, 2018). El tratamiento de la hemorragia varicosa se centra en

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