Hablar, persuadir, aprender: manual para la comunicación oral en contextos académicos

96 HABLAR, PERSUADIR, APRENDER Como puedes comprobar, tanto la postura que adoptemos como la manera en que movamos nuestro cuerpo o gesticulemos aportan información respecto de nosotros mismos y sobre lo que decimos. Algunos de estos movimientos, en la cultura occidental, se asocian a ciertos significados, tales como: La vestimenta también es un elemento comunicante y que debe considerarse con atención al contexto en el que se presenta. Presentar oralmente en grupo un informe en una clase es muy distinto a defender la tesis de posgrado. Cada situación responde a un contexto específico y se rige por ciertas convenciones más o menos formales. En algunas carreras, como Derecho, es habitual que se solicite a los y las estudiantes que se presenten con una vestimenta formal; en otras, en cambio, hay mayor flexibilidad respecto de la ropa que se utiliza. Es importante que conozcas el nivel de formalidad esperado para la situación en la que presentas y que puedas adecuarte a ello. La vestimenta seleccionada, por ejemplo, es una forma de dar cuenta de dicha adecuación. Por ello, es conveniente que te informes respecto de cuál es el grado de formalidad que se requiere, ya sea preguntándole a tu docente, ayudantes o estudiantes de años anteriores, o bien prestando atención a presentaciones similares que se realicen en tu facultad o escuela. Una presentación académica oral conjuga las tres dimensiones del lenguaje: elementos lingüísticos, representados en las palabras y frases empleadas; elementos paralingüísticos, que corresponden al tono, el volumen, la velocidad y la articulación; y elementos extralingüísticos, que guardan relación tanto con los gestos y movimientos como también con otros factores comunicativos no verbales, como es el caso de la vestimenta que se emplee. Un buen desempeño de estas dimensiones puede ser desarrollado a partir de la ejercitación y el empleo de estrategias, algunas de las cuales se presentarán a continuación. Para concluir Brazos cruzados sobre el pecho corresponden a una postura defensiva. Extender las manos es señal de apertura y honestidad. Frotarse las manos expresa expectativas positivas. Levantar las cejas es una señal de saludo.

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