Hablar, persuadir, aprender: manual para la comunicación oral en contextos académicos
el saber experto puesto al servicio de la comunidad, de una forma clara y contextualizada; y por otra, una gestión académica de pregrado comprometida con sus estudiantes, profesores y profesoras, mediante una planificación, organización, coordinación y acompañamiento que incluye la generación de investigación y evidencia, y una visión de futuro que se plasma en la construcción de redes institucionales, estructuras y materiales de apoyo al servicio del aprendizaje de estudiantes en sus diferentes carreras y programas. Los recursos institucionales se orientan, entonces, al desarrollo de dispositivos de diferente naturaleza (presenciales, virtuales, en forma de manuales o sistemas informáticos) que permiten mejorar aspectos clave para cualquier institución de educación superior, como son la admisión y retención de sus estudiantes, particularmente en primer año; su permanencia caracterizada por el éxito académico y una buena calidad de vida estudiantil, y un egreso oportuno y exitoso que represente una positiva inserción en el mundo laboral o académico, todo ello en el marco de calidad y excelencia características de la institución. En ese sentido, este texto representa un verdadero ejercicio institucional de inclusión, ya que permite a estudiantes y docentes, independientemente del contexto social y de las redes que posean, disponer de una herramienta concreta que permite trasladar al aula el conocimiento disciplinar existente en oralidad. De esta forma, se busca mejorar la capacidad de expresión oral de las y los estudiantes, pero también apoyar al cuerpo docente para fomentar más y mejores aprendizajes. Este desafío fue asumido por un equipo autoral de expertos con amplia trayectoria en la materia, que diseñó un recorrido para estudiantes y otro para docentes. Ya sea en el marco de un curso formal como por su cuenta, las y los estudiantes podrán aprender a planificar una presentación oral en la universidad, a usar herramientas de apoyo como PowerPoint, a ensayar y presentar de forma efectiva, y a socializar y mejorar sus trabajos finales y tesis de licenciatura (Guía del estudiante). Por su parte, profesoras y profesores podrán incorporar herramientas didácticas tanto para solicitar tareas significativas y epistémicas que fomenten el aprendizaje a través de la comunicación oral como para el desarrollo de rúbricas y pautas que permitan orientar, evaluar y retroalimentar las exposiciones estudiantiles (Guía docente). Asimismo, se recogen investigaciones asociadas a la docencia universitaria y se ofrece una bibliografía actualizada, las cuales permiten hacer afirmaciones situadas y respaldadas. El libro se completa con el prólogo de Christopher Thaiss, experto internacional en la enseñanza de la comunicación a través del currículum, y la introducción de Soledad Montes y Federico Navarro, quienes explican las bases retóricas de la comunicación oral en contextos académicos. Los principios orientadores de la Universidad de Chile señalan que esta asume, con vocación de excelencia, la formación de personas con sentido ético, cívico y de solidaridad social. Este llamado a una enseñanza que considere a la persona desde una perspectiva integral supone tomar en consideración su multidimensionalidad, la cual incluye aspectos cognitivos, afectivos, sociales, políticos y comunitarios. Es por ello que el Modelo Educativo institucional, aprobado en su versión revisada en 2018, recoge cuatro principios orientadores para el proceso formativo: Formación integral de personas, la que se transforma en un proceso beneficioso para sus estudiantes y su núcleo social, como para la universidad que las y los recibe, poniendo a la docencia en un lugar central y prioritario entre las actividades universitarias. Así, la formación integral de personas, conforme a los ideales profesionales y ciudadanos, cobra sentido solo en tanto marque una diferencia en cada sala de clases, en cada reformulación de malla curricular, en cada planificación de trabajo docente y en toda actividad extracurricular en que la comunidad universitaria actúe y conviva. Pertinencia educativa, en cuanto responde a los requerimientos de la nación, con atención a los problemas y necesidades del país. Equidad e inclusión, entendidas como la posibilidad efectiva de acceso y participación de una educación de calidad que promueva el derecho a conocer, investigar, criticar, proponer y participar en la construcción del conocimiento, en el desarrollo de la ciudadanía y la formación profesional y personal en un contexto de amplia diversidad. De esta manera, la diversidad, como condición de inclusión, no solo abarca los aspectos socioeconómicos, sino también condiciones asociadas a la pertenencia étnica y cultural, la situación de discapacidad, las identidades de género y diversidad sexual. En este contexto, el o la docente es responsable de 7 Prefacio
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