Hablar, persuadir, aprender: manual para la comunicación oral en contextos académicos
171 Capítulo 3 Guía del Docente Comunicación no verbal. Utiliza los gestos de buena manera, integra adecuadamente la entonación y se desplaza por la sala de forma óptima. Gestualidad, entonación y movimientos. Utiliza una entonación coherente con lo expresado verbalmente, sus gestos y movimientos corporales complementan el contenido, y sus desplazamientos permiten focalizar y mantener la atención de la audiencia. Para construir una rúbrica analítica es posible seguir los siguientes pasos y recomendaciones: Definir las diferentes dimensiones que serán el foco de la evaluación. ¿Qué se está evaluando?, ¿qué dimensiones parecen relevantes para la evaluación de una presentación oral? Una dimensión debe ser específica y describir claramente el aspecto al que se refiere. Describir un desempeño óptimo en relación con la dimensión definida. ¿Cómo es el mejor desempeño esperado en esa dimensión?; por ejemplo, ¿cómo son los gestos, entonación y movimientos de un estudiante que expone efectivamente? La descripción debe ser lo suficientemente precisa como para no dar lugar a dudas en torno a las características del desempeño observado. Para hacer esto, se sugiere evitar juicios subjetivos. Relación con la audiencia. Esta dimensión se refiere al tipo de relación que debe establecerse con la audiencia. Por ejemplo, puede ser relevante destacar el contacto visual y el establecimiento de un diálogo, la resolución pertinente y clara de dudas o la gestión efectiva de turnos de habla, entre otros. Aspectos paraverbales y no verbales. Esta dimensión se refiere a elementos como gestos, movimientos y entonación. La gestualidad debiese ser coherente con lo expresado verbalmente y no distraer a la audiencia. Es ideal que los movimientos sean controlados e intencionados, puesto que si aparecen de manera inconsciente o como reacción nerviosa terminarán por llevar la atención de la audiencia desde el contenido hacia la corporalidad de quien habla. Es esperable que la entonación y volumen permitan hacer énfasis en lo importante, además de presentar variaciones que den ritmo al discurso: un volumen o entonación planos terminan por aburrir a la audiencia. Adecuación a la disciplina. Esta dimensión se refiere al conocimiento específico de la disciplina, lo que incluye el uso de términos precisos, el manejo de teorías o modelos, entre otros saberes que deben verse reflejados en la presentación. Asimismo, existen otros elementos comunicativos, no necesariamente verbales, que son también propios de la cultura de una carrera determinada: en algunas carreras, la presentación personal formal es relevante, mientras que en otras se espera que la formalidad se aprecie únicamente en el uso del lenguaje.
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