Hablar, persuadir, aprender: manual para la comunicación oral en contextos académicos
161 Capítulo 2 Guía del Docente Diseñar una tarea de evaluación supone, como se ha revisado, considerar los objetivos de aprendizaje de la tarea, pero también otros elementos del contexto que afectan el proceso de evaluación. A continuación, se presentan algunos lineamientos y pasos en relación con la elaboración de instrucciones. El diseño debe estar en sintonía con las características del grupo durante el semestre en que se lleva a cabo la evaluación. Esto implica que muchas veces una evaluación que se ha llevado a cabo en un contexto determinado no sirva para otro; por ejemplo, en un curso de 15 estudiantes es posible solicitar presentaciones individuales, lo que en un curso de más de 50 estudiantes resultaría inviable. Las instrucciones debiesen conducir a desarrollar una presentación que se ajuste a los cánones de comunicación específicos del contexto, ya sea en razón de las características del curso y/o de la disciplina o carrera en que se inserta. Los distintos elementos de una presentación oral, así, tendrán mayor o menor ponderación, de acuerdo con dicho contexto. Por ejemplo, en disciplinas artísticas, lo visual es fundamental, lo que no necesariamente es así en carreras vinculadas a la Historia o a la Filosofía. En relación con las consideraciones anteriores, se sugiere elaborar las instrucciones de acuerdo con la siguiente secuencia: Explicitar el propósito de la presentación. Identificar el propósito y formularlo de manera clara, sin lenguaje demasiado técnico y evitando giros estilísticos. Es recomendable también relacionar el propósito con los objetivos más generales del curso. Explicitar el género de la presentación. Conviene describir el género, es decir, la clase de presentación oral que se está solicitando y su estructura. Este es el momento de transparentar qué se espera de cada elemento o parte de la presentación: qué información debe ir en el inicio, cuerpo o cierre; cómo debe ser el material de apoyo, etc. Explicitar los indicadores de logro. Es recomendable incluir en la instrucción una indicación clara de qué es lo que se espera de un trabajo bien logrado. Esto complementa la descripción del género de la presentación. Así, para la instrucción de una defensa de tesis, además de explicitar el género y su estructura podemos agregar cómo se ve una defensa de tesis cuando está bien lograda. Explicitar aspectos formales y prácticos. Identificar los elementos prácticos que se requieran conocer para llevar a cabo la presentación. Es importante mencionar elementos como la duración mínima y/o máxima, el lugar (en caso de que no sea la sala habitual donde se dicta el curso), fecha y hora (en caso de que las presentaciones se desarrollen en un horario especial), entre otros. ¿Cómo elaborar las instrucciones de una presentación oral? que reflejen acciones concretas. Dicho de otra manera, cada estudiante debe saber qué debe hacer para dar cuenta de que ha aprendido: “los estudiantes necesitan saber nuestras expectativas específicas en relación con la tarea de evaluación. Primero, los estudiantes esperan saber qué es lo que se espera que hagan (…). También requerirán saber cuáles son los rasgos clave de la tarea de evaluación” (Craig, 2013, p. 98, traducción propia). En la cita anterior el “qué” se refiere al género que deben desarrollar las y los estudiantes, mientras que los “rasgos clave” se refiere a los indicadores de logro de la tarea. Un indicador de logro específico para una presentación oral podría ser: “Presentan en forma clara y teóricamente sólida los resultados de una investigación de acuerdo con las convenciones de su propia disciplina”. Elaborar la tarea propiamente tal es el paso final. A partir de lo recabado en los pasos anteriores, es recomendable construir una instrucción clara e integrada que explicite a las y los estudiantes lo que se espera de su trabajo y una rúbrica que transparente las dimensiones que serán evaluadas. Es recomendable que las instrucciones muestren de manera clara cuál es el propósito de la presentación (y cuál es el vínculo de esto propósito con los objetivos de aprendizaje del curso), qué estructura debe presentar y cuáles son los criterios mínimos para que esta sea considerada como lograda (indicadores de logro). La rúbrica, en cambio, explicita los diferentes criterios que serán considerados para evaluar el trabajo y describe diferentes niveles de logro para cada criterio. 1. 2. 4. 3.
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