Hablar, persuadir, aprender: manual para la comunicación oral en contextos académicos

153 Capítulo 1 Guía del Docente Visto desde otra perspectiva, la tarea propuesta es fundamentalmente colaborativa. Esto resulta muy importante no solo porque posiciona a las y los estudiantes como expertas y expertos, sino también porque el equipo docente, a partir de las presentaciones de los grupos, podrá aclarar dudas o profundizar en aspectos que resulten de interés y apreciar cuánto han aprendido sus estudiantes; si son capaces de poner en relación los distintos contenidos, si comprenden los principios teóricos que se han planteado, entre otros. Dicho de otro modo, la “preparación de la prueba” no solo aporta información al estudiantado, sino que también a la profesora o profesor. A continuación, se presentan los diferentes pasos para realizar una actividad de preparación grupal de pruebas o evaluaciones: Paso 1: el equipo docente plantea preguntas relevantes en atención a los objetivos del curso y la naturaleza de los estudios. Las preguntas deben proponer desafíos que permitan a las y los estudiantes testear si realmente están comprendiendo los contenidos del curso y, en su conjunto, cubren un determinado número de objetivos de aprendizaje. Una vez establecidas las preguntas, estas serán distribuidas en los distintos subgrupos y se otorgará un tiempo adecuado para que las y los estudiantes puedan preparar las respuestas a las preguntas asignadas para luego presentarlas a los demás. Este punto es de vital importancia, ya que contar con una audiencia específica exige que las y los estudiantes se sitúen en un contexto y que desplieguen los contenidos en función de ello. Paso 2: el equipo docente invita a las y los estudiantes a resolver inquietudes y luego a presentar sus respuestas al curso. El equipo docente debe pasearse a través de los sub-grupos, quienes les pueden hacer llegar sus inquietudes al momento de enfrentar las preguntas. Luego de esta fase de discusión grupal y con el equipo docente, cada sub-grupo presenta las respuestas que elaboró. Si las preguntas son muchas se puede pedir al grupo que seleccionen aquella que haya representado mayor dificultad. Quienes participen como audiencia podrán complementar sus conocimientos con lo que expresado por sus compañeras y compañeros. Para potenciar aún más esta instancia formativa es recomendable que se destaquen los recursos o estrategias empleados de manera efectiva y que se evidencie por qué lo son (por ejemplo: “qué buen ejemplo usaron para ilustrar tal característica o fenómeno, porque da cuenta de las dos etapas principales”). Para una actividad de estas características se podrían considerar los siguientes criterios de evaluación: Precisión conceptual. Correcta relación entre los temas empleados. Reflexión sobre los tópicos de las preguntas. Elección de recursos para favorecer la comprensión de los estudiantes. Aprovechar el potencial epistémico de la comunicación oral es una invitación a complementar las prácticas pedagógicas exitosas con otras que permitan a los estudiantes negociar, discutir, mostrar sus propios puntos de vista a través de la palabra oral, sin estar en el marco de una evaluación final y sumativa. Considerar que una conversación, una exposición o una simulación oral pueden ser potentes herramientas de aprendizaje significa que hay un replanteamiento respecto de la enseñanza universitaria tradicional, por cuanto supone que el foco del proceso es el aprendizaje y no solo la enseñanza y que, en esa lógica, los estudiantes cobran un rol protagónico. Una de las principales tareas del cuerpo académico universitario es colaborar en la formación de los estudiantes en la aprehensión de las prácticas y de la cultura disciplinar. Esa formación puede darse por medio del modelamiento de las formas de hablar, de escribir y, sobre todo, de pensar la disciplina. Para concluir 30 min. Tiempo sugerido: 20 min. Tiempo sugerido:

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