Hablar, persuadir, aprender: manual para la comunicación oral en contextos académicos

109 Capítulo 3 Guía del Estudiante ¿Cómo responder preguntas al final de la presentación? La etapa de preguntas finales es una de las que genera más ansiedad a las expositoras y expositores. ¿Cómo dominarla? Una cuestión clave para lograrlo es desarrollar un vínculo positivo con la audiencia, la que espera sentirse considerada y motivada para participar de la presentación. Junto con el contacto visual que los incluye y hace partícipes de tu puesta en escena, hay también otros recursos retóricos y lingüísticos a los que puedes acudir y que podemos clasificar como recursos de cortesía. Si bien la idea de cortesía se asocia a los buenos modales, en ámbitos comunicativos, la entenderemos como una serie de recursos y estrategias que facilitan la comunicación, al minimizar los conflictos o efectos negativos que puedan darse en la interacción. Por ejemplo, si mientras estás realizando la presentación un asistente interrumpe tu discurso y te hace una pregunta que no guarda relación con el contenido, podrías dar alguna de las siguientes respuestas: 1. Lo que dices es algo distinto de lo que estoy diciendo, no tiene nada que ver. 2. Procedo a responder lo que me preguntas. 3. Gracias por la pregunta. Como se indicó al principio, las preguntas las vamos a dejar para el final de la presentación. Ahí la podemos retomar. Cada uno de los enunciados anteriores generará diferentes reacciones. Es importante que tengas presente los efectos que tus dichos tendrán e intentes que sean coherentes con el objetivo de tu presentación. En el caso del primer enunciado, por ejemplo, si bien lo que se indica es informativamente correcto, es probable que no sea un comentario bienvenido, y en especial si te diriges a una profesora o profesor, ya que hay una relación jerárquica que puede verse amenazada. El segundo enunciado, por su parte, da cuenta de la intención por acoger la pregunta, aun cuando escape del tema de la presentación y, probablemente, desestructure tu guion. Al tomar esta decisión se minimiza, efectivamente, un efecto negativo, pero el costo de hacerlo puede ser mayor, ya que se consumiría tiempo en un tema que no forma parte de la presentación, lo que atenta contra el objetivo primero que has considerado. Finalmente, el tercer enunciado es un ejemplo de cómominimizar un efecto negativo en la audiencia (se recoge la intervención realizada), sin atentar contra el desarrollo de la presentación, es decir, aplicando recursos de cortesía. En este caso, es importante que efectivamente se recoja la pregunta y, dado que se realizó ya la presentación, se pueda evaluar la pertinencia de la misma en atención a los contenidos expuestos. A continuación, se ofrecen algunos recursos de cortesía a los que puedes acudir: Mitigación. Consiste en atenuar o relativizar los dichos empleando el tiempo condicional (“si tuviéramos tiempo veríamos tu pregunta”), el modo subjuntivo (“quisiera que hicieras tu pregunta luego de terminar la presentación”), eufemismos (“lo planteado no está bien ” en vez de “lo planteado está mal ”), cuantificadores aproximativos como “un poco”, “algo así”, “prácticamente”, o marcar los dichos con expresiones de opinión como “creo que”, “pienso que” o “me parece que”. Formalidad. En el caso de las presentaciones académicas debes considerar que en muchas oportunidades estarás siendo evaluado por docentes, por lo que es necesario mantener la relación asimétrica establecida por medio de tratamientos de respeto o de distancia social o interpersonal (“usted”, “doctora”, “profesor”, etc.).

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