La regulación de las aguas: nuevos desafíos del siglo XXI. Actas de las II Jornadas del régimen jurídico de las aguas
514 Págs. 495 - 524 C apítulo V. E jercicio del derecho de aprovechamiento de aguas SEBASTIÁN ABOGABIR MÉNDEZ - BENJAMÍN PÉREZ ARRIETA - ANTONIA IBARRA SOTO base hidrogeológica, una descripción del área de influencia del componen- te agua y un balance de aguas del proceso productivo. En cuanto a la descripción de las fuentes de agua a utilizar en el pro- yecto, es interesante analizar las opciones que presenta el proponente y la evolución que estas han tenido en el tiempo. Así, lo habitual es distinguir si las aguas a utilizar en el proceso son subterráneas y/o superficiales. A esta distinción dada por la naturaleza de las aguas, se suman distinciones legales relativas al título jurídico con que cuenta el titular del proyecto para el aprovechamiento de las mismas. El proponente puede declarar ser titular de un derecho de aprovechamiento de aguas constituido por acto de autoridad (p. ej.: DGA); invocar su calidad de concesionario minero para aprovechar las aguas del minero a que se refieren el artículo 56 del Código de Aguas y el artículo 110 del Código de Minería; señalar que cuenta con un contrato de suministro de agua, etc. A las fuentes y títulos antes mencionados, se ha sumado –con fuerza durante los últimos años– la declaración que hacen los proponentes de de- sarrollos mineros de que el agua necesaria para sus faenas provendrá en todo o parte de plantas desaladoras. Este tipo de suministro de agua fue por muchos años de uso restringido, dada la disponibilidad de otras fuentes de agua más cercanas al proyecto minero y al alto costo de los proyectos de desalación, en especial, en lo referente a la impulsión de agua desde zonas costeras hasta las faenas mineras. De a poco dicha realidad ha ido cambiando, principalmente por la cre- ciente falta de disponibilidad de aguas subterráneas y superficiales conti- nentales, lo que ha llevado a la DGA en gran parte de los distritos mineros a declarar zonas de escasez o áreas de restricción o de prohibición. Este se combina con el conflicto socio-ambiental que muchas comunidades expe- rimentan en el proceso de ir gradualmente destinando aguas tradicional- mente utilizadas para otras actividades (p. ej.: agricultura) a la minería, siendo un caso emblemático lo ocurrido en el valle de Copiapó. Estos factores, combinados con el perfeccionamiento de las tecnolo- gías de desalinización y la baja en los costos de la energía, hacen que los proponentes de proyectos mineros cada vez con más frecuencia presenten agua desalada dentro de las fuentes de suministro de su proyecto. A este fenómeno, se suma la creciente aparición de la figura de los suministrado- res de aguas, empresas que desarrollan plantas desaladoras para proveer de agua a varias industrias ubicadas en un sector geográfico común, haciendo
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=