La regulación de las aguas: nuevos desafíos del siglo XXI. Actas de las II Jornadas del régimen jurídico de las aguas

388 Págs. 377 - 400 C apítulo IV. E scasez y estimación hídrica MIGUEL SEGUR PELAYO - MARÍA CHRISTINA FRAGKOU ca”. Ello tiene también reflejo en los dos informes de seguimiento de los ODS emitidos por la Secretaría General de Naciones Unidas 40 : bajo el Objetivo 6, de la meta 6.4 y sus dos Indicadores solo se hace referencia al Indicador 6.4.2. Ello no ocurre, como se podría pensar, por falta de datos reportados; se cuentan, en la base de datos transversal utilizada en esta investigación, 172 entradas para el Indicador 6.4.1 y 177 entradas para el Indicador 6.4.2. Hay que notar, sin embargo, que la fiabilidad de estos datos se ve seriamente comprometida al estudiar su evolución en el tiempo, aunque ese hecho no es el objeto de este documento y, por tanto, no profundizamos más en él aquí. Es evidente, por tanto, que la medición objetiva y verificable utilizada originalmente como aproximación a la escasez hídrica ponía el foco en el desarrollo, mediante ingeniería hidráulica, de una mayor “proporción del total de recursos hídricos” 41 , v. gr. en reducir la escasez aumentando la oferta, y que ese sesgo no ha cambiado sustantivamente en el paso de los ODM a los ODS. Es decir, en la operacionalización de los ODS, pese a quince años de práctica y considerables avances conceptuales, sigue primando el paradigma hidráulico (ver tabla 1), una visión desarrollista que ni siquiera incorpora criterios de eficiencia económica 42 , por no ha- blar de una concepción más integral del desarrollo humano. El caso Chile ilustra el punto claramente: hay una diferencia clara entre, por una parte, la percepción de escasez en Chile y las tensiones existentes en la gestión hídrica chilena, y, por otra, los resultados del monitoreo de la gestión hídrica chilena usando la Meta 6.4 y sus Indicadores, que señalan una aparente normalidad. Esta apariencia de normalidad está, en principio, verificada por los datos de monitoreo de los ODS, lo que llevaría a la conclusión de que lo erróneo es la percepción de escasez y tensiones. Sin embargo, a partir de este análisis, obtenemos razones para creer que no son los datos los que señalan en esa dirección, sino los indicadores y el marco conceptual que los sostiene . 40 UNGS (2017); UNGS (2018). 41 A este efecto, el hecho de si se ha descontado o no un caudal ecológico mínimo es irrelevante. 42 F itz G erald , Valpy (1998), “La CEPAL y la teoría de la industrialización”, en Revista de La CEPAL , 47.

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=