Seguridad ciudadana en América Latina: miradas críticas a procesos institucionales

42 tanto a Canadá como a Japón. Como resultado de la cooperación prestada por este último país: ha habido policías japoneses en Sao Paulo, se ha procedido a reestructurar el funcionamiento de las subcomisarías de policía pertenecientes al Programa de Policía Comunitaria, para transformarlas en los Koban del modelo japonés y se ha creado un Sistema de Información a la Comunidad. Los principales programas que se realizan a través de las subcomisarías funcionando bajo el modelo de Koban consisten en: Asistencia a las víctimas de delitos • Orientación jurídica • Educación en drogas y violencia dirigidos a establecimientos • escolares Asistencia Social • Ayuda a madres • Fortalecimiento de la ciudadanía en jóvenes • Para De Mesquita 16 , el programa de Sao Paulo requiere para consolidarseque sedefinan sus políticas, estrategias yprocedimientos con una mayor claridad; se integre en las decisiones de planificación a personal de mediana y baja graduación; se logre una mayor coordinación entre la Policía Militar y la Civil, y se entregue una capacitación práctica a los oficiales con herramientas y técnicas efectivas para solucionar problemas, además de contar con procesos constantes de evaluación y supervisión. Las evaluaciones existentes se han basado en encuestas. Así, Kahn 17 , compara la percepción de la población respecto de las formas tradicionales de acción policial y la policía comunitaria, llegando a la conclusión que en Sao Paulo existen diferencias significativas: un 56,9% declara que la policía comunitaria es accesible mientras que un 10,5% de los entrevistados sostienen lo mismo respecto de la policía tradicional. Un 0,6% de las personas la considera corrupta, mientras que respecto de la tradicional esta cifra sube a 42,1%. Un 0,6% la considera violenta, mientras que un 60,2% considera violenta a la tradicional. Por otro lado, sólo un 14,5% de los entrevistados la encuentra más eficiente que la tradicional 18 . No existe sin embargo una evaluación que nos permita aseverar el impacto real de este programa y si éste se ha traducido en una mejor calidad del servicio policial, o si existen formas innovadoras de proporcionar tal servicio que no existirían si no se contara con el programa comunitario. 16 De Mesquita N. P. (2004). La policía comunitaria en Sao Paulo: problemas de implementaciónyconsolidación.EnFrühling,H.(Ed). CallesmásSeguras:Estudiosdepolicía comunitaria en América Latina (1 Ed. Pp. 109-138). Washington: Banco Interamericano de Desarrollo. 17 Kahn, T. (2004). Policía comunitaria: evaluando la experiencia de Sao Paulo. En Frühling,H.yCandinaA. (Ed.). ParticipaciónCiudadanayReformasa laPolicíaenAméricadel Sur. (1 Ed. Pp.188-229). Santiago de Chile: Centro de Estudios para el Desarrollo 18 Ibid 2.2. Bogotá: la experiencia de policía comunitaria en Colombia En el caso de la experiencia colombiana se conjugan tres factores que fueron fundamentales para el desarrollo del modelo: voluntad e iniciativa desde la policía; priorización municipal de la seguridad ciudadana, y apoyo de la empresa privada. Para la implementación del modelo, la dirección de la Policía Comunitaria, seleccionó a 1064 funcionarios policiales que pertenecerían a la nueva repartición. Para ser elegibles, los funcionarios debían poseer una hoja de vida intachable, predisposición a realizar el trabajo comunitario, además de ser recomendados por su superior directo. Por otro lado, la dirección policial invirtió más de 2millones de dólares en la modernización de los recursos tecnológicos y de apoyo policial, y en capacitación de los efectivos seleccionados. Estas capacitaciones estuvieron dirigidas originalmente a 21 oficiales de la policía que habían sido seleccionados para integrar la Policía Comunitaria, y que viajaron a España a fin de conocer la Policía de Proximidad de Barcelona. Los mandos medios y patrulleros fueron capacitados en torno al desarrollo de las destrezas requeridas para facilitar el acercamiento a la comunidad, en la Universidad Javeriana de Bogotá. La oficialidad que integró la policía comunitaria, capacitada ya en España, tuvo a su cargo la elaboración del Plan de Acción para la implementación del modelo. El Plan de Acción para la Policía Comunitaria de Bogotá estuvo constituido por tres líneas 19 : prevención, disuasión y atención al cliente. Respecto de la prevención, se distinguían cuatro ámbitos específicos de acción: tratamiento de factores de riesgo; gestión comunitaria; gestión interinstitucional para la resolución de problemas y educación para la convivencia. El tratamiento de factores de riesgo implicaba la necesidad de identificar los problemas de orden físico y social de las comunidades. Con este fin, el año 2001, se lleva a cabo un censo puerta a puerta en las jurisdicciones donde operaba la Policía Comunitaria. La gestión comunitaria se ha focalizado en el fortalecimiento de los preexistentes Frentes de Seguridad Local y las Escuelas de Seguridad Ciudadana. Los primeros, orientados a potenciar la colaboración y autoprotección de los vecinos a través de alarmas vecinales e intercambio de números telefónicos; las escuelas, en tanto, se han centrado en la formación de líderes en materia penal, conocimiento de las funciones de la policía y de las acciones preventivas que pueden tomar los ciudadanos. La segunda línea del Plan de Acción, la disuasión, comprende dos ámbitos específicosdeacción:mediacióndeconflictos, parapromover mecanismos de conciliación entre los vecinos y disuasión al infractor, basada en el patrullaje policial permanente 20 . 19 Llorente, M. (2004). La experiencia de Bogotá: contexto y balance. En Frühling, H. (Ed.) Calles más Seguras: Estudios de policía comunitaria en América Latina (1 Ed. Pp. 65-108).Washington: Banco Interamericano de Desarrollo. 20 Ibid

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=