Seguridad ciudadana en América Latina: miradas críticas a procesos institucionales
20 operativos policiales los que han sido reemplazados con cada cambio en la conducción de la Policía o del ministerio. Paradójicamente ha sido una etapa en la que y a diferencia de los años precedentes han habido –como veremos más adelante– abundancia de recursos fiscales, por lo que los eventuales procesos de cambio habrían podido venir acompañados de asignaciones adecuadas de fondos para su implementación. 2.3. El poder político no ve como prioridad la seguridad ciudadana. Todas las encuestas de opinión ubican a la inseguridad ciudadana como uno de los principales problemas de nuestras ciudades. Tabla 1. ¿Cuáles son los tres aspectos más negativos de la gestión del segundo año de gobierno de Alan García (Con tarjeta) Ello coincide con lo que ocurre en otros países de América Latina, independientemente de los diferentes niveles reales de inseguridad para cada caso concreto. Sin embargo, y a diferencia de otros países, la seguridad ciudadana no ha sido tema de campañas políticas electorales (ni de “mano dura” ni de ninguna otra orientación), no ha estado en la agenda prioritaria de los sucesivos presidentes y sólo parcialmente es importante en el discurso de los ministros del Interior, más bien agobiados por otras preocupaciones. Sólo algunos alcaldes en diferentes ciudades han hecho eco de estas demandas, pero carecen de las herramientas suficientes para que su atención al problema se convierta en políticas efectivas, si es que el Estado central no se involucra. Entre las muchas desconexiones que hay en el Perú entre los ciudadanos y sus representantes se añade el desinterés por el problema de la inseguridad ciudadana. 2.4. La enorme presión de otros problemas de inseguridad. A diferencia de muchos otros países de América Latina, en el Perú hay otros problemas que compiten con la inseguridad ciudadana en las prioridades de la población. Están en primer lugar los problemas de orden público. Dada la debilidad del Estado y la poca confianza en los canales institucionales para la resolución de conflictos, la tendencia al uso de la vía directa para exigir atención a demandas es muy extendida en el Perú, lo que genera todos los días conflictos de magnitud en diferentes lugares del país. Ello significa no sólo grandes riesgos políticos para las autoridades a cargo, sino un despliegue muy grande de efectivos que deben ser movilizados para contener y en muchos casos tratar de recuperar el orden público. Estos efectivos son sacados de sus tareas cotidianas en desmedro de las tareas de seguridad ciudadana. Pero hay otras demandas importantes que también compiten con la seguridad ciudadana. En el Perú existen todavía remanentes de Sendero Luminoso en algunas regiones, los que sonmateria de trabajo policial (en colaboración con las fuerzas armadas), existe además un problema creciente de narcotráfico con diferentes manifestaciones que requieren también un gran despliegue policial. Esto se expresa en zonas geográficamente importantes del país y asociadas a las zonas de producción de la coca que, como vemos en el mapa que sigue, se han extendido por el territorio nacional, lo que demanda un esfuerzo adicional de logística y transportes para la intervención policial. Fuente: Elaboración propia. La Inflación / el incremento de los precios 67% El poco avance de la lucha contra la pobreza 38% La falta de seguridad ciudadana 33% Los casos de corrupción 32% El poco avance en la reconstrucción de la zona afectada por el terremoto 26% La falta de prevención de los conflictos sociales 18% La falta de progreso en los programas sociales 15% La actitud arrogante del presidente 14% La pérdida del principio de autoridad 13% La firma de Tratados de Libre Comercio con otros paises 10% No precisa 3% Fuente: Encuesta Nacional Ipsos Apoyo, 2008
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