Experiencias en América Latina: el desafío de evaluar programas de seguridad ciudadana

21 • Teoría de cambio El programa Paz Activa se basó, en parte, en el modelo CTC. Fue creado por los profesores de la Universidad de Washington, David Hawkins y Richard Catalano. Los autores desarrollaron una teoría sobre el comportamiento antisocial denominada Modelo de Desarrollo Social (The Social Developlment Model). Este modelo se basa en dos supuestos (Catalano & Hawkins, 1996): (a) los seres humanos son maximizadores de satisfacción, y su comportamiento depende del nivel de satisfacción que perciban como consecuencia de las acciones; y (b) existe un consenso normativo en la sociedad a tal punto que todos saben “las reglas de juego”. Los autores establecen dos hipótesis. La primera es que los niños deben aprender patrones de comportamiento, ya sean éstos pro sociales o antisociales. La segunda es que el comportamiento del individuo será pro social o antisocial dependiendo de los comportamientos, normas y valores de las personas a las que este individuo está ligado afectivamente (bonded). El programa Paz Activa está basado en el modelo de factores de riesgo, integrando teorías criminológicas de fenómenos de violencia y delincuencia, pero reconociendo su multicausalidad (Munizaga, 2009a). Evidencia empírica de estudios longitudinales indica que los comportamientos antisociales o problemáticos juveniles –abuso de drogas, embarazo adolescente, deserción escolar, delincuencia, violencia- son precedidos por factores de riesgo que pueden estar presentes en la comunidad, la familia, la escuela o los grupos de pares o que forman parte de las características constitucionales de la persona. Por otra parte, se ha visto que existen también factores que protegen a los jóvenes ante la exposición al riesgo, las cuales van desde variables individuales, hasta sociales. A nivel individual se ha visto el temperamento resiliente, orientación social positiva y la inteligencia. En un siguiente nivel se destaca la cohesión familiar y apego durante la infancia. Finalmente, apoyo social que refuerce competencias individuales, creencias sanas y estándares de comportamientos claros –comunicados por familias, escuelas, comunidades y grupo de pares (Catalano & Hawkins, 1996). De forma más específica, la investigación ha identificado factores de riesgo y protección en diferentes dominios: comunidad, escuela, familia, grupo de pares y en el nivel individual. Mucho de los factores que explican la manifestación de una conducta de riesgo (por ejemplo, abuso de sustancias), también están asociados a otros, como violencia o delincuencia, tal como se puede ver en la Tabla 1 (Hawkins et al., 2009). El desarrollo de evaluación de programas de prevención ha logrado probar que las intervenciones que reducen múltiples factores de riesgo (a nivel individual y entornos de socialización) son más prometedores para la prevención de salud y múltiples problemas de conducta de riesgo como la violencia, delincuencia y la deserción escolar (Hawkins et al., 2009). Sobre la base de lo anterior, CTC busca prevenir factores de riesgo y promover factores protectores al comportamiento antisocial. Los factores protectores deben ser promovidos en todas las áreas en que se realiza el desarrollo social: a nivel individual, en los programas y las organizaciones que sirven a los jóvenes, y en todos los segmentos de la comunidad (Hawkins & Catalano, 2005). CTC es un sistema de planificación y ejecución para la prevención comunitaria, a nivel de barrios o comunidades, para la prevención de la delincuencia, consumo de drogas, violencia, deserción escolar y embarazo adolescente. Se ejecuta en una serie de etapas y fases consecutivas, acorde con la población destinataria. El primer paso implica definir el barrio y la comunidad involucrada, reclutar a un líder para guiar el proceso, identificar personas e instituciones claves y realizar un primer proceso que permita identificar oportunidades y amenazas. El segundo paso es organizarse. Esto implica involucrar y capacitar a las personas claves y establecer el directorio comunitario, quienes van analizando los factores claves del proceso y su implementación. El tercer proceso está centrado en análisis de información. Específicamente, recoger datos sobre factores críticos y conductas de riesgo 10 , jerarquizar qué factores de riesgo / protección serán abordados y analizar los programas disponibles en función de las necesidades priorizadas. En cuarto lugar, en la etapa ya de implementación de estrategias, es necesario definir resultados esperados, seleccionar intervenciones efectivas para abordar necesidades priorizadas; y en concreto, elaborar el plan de acción. Finalmente, es necesario monitorear el proceso, con evaluaciones de proceso e impacto y ajustes al plan de acción. 10 Esteanálisisse llevaacabocon losresultadosdeunaencuestadeautorreporte a población escolar denominada “CTC Survey”, con buenos estándares de validez y confiabilidad (véase por ejemplo: Glaser et al., 2005). Figura 4. ¿Cómo funciona el CTC? Comenzar Implementar y evaluar Plan acción comunitario D o perfil comunidad Organizarse Fuente: Hawkins & Catalano, 2005.

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