Experiencias en América Latina: el desafío de evaluar programas de seguridad ciudadana

18 Dentro de estos análisis, llamaron especialmente la atención las variables escolares y del barrio, debido a su importante incidencia en el fenómeno. De acuerdo a esto, se ve a la escuela como un escenario privilegiado en materiasdeprevención social, yaqueno solopuedeentregar contenidos, sino también formar habilidades de sociabilidad y convivencia. El barrio, por su parte, es otro espacio privilegiado de incidencia en la vida los jóvenes, hombres y mujeres. Fue así como se establecieron dos escenarios prioritarios de intervención: escuela y barrio. A nivel escolar: Paz Educa • Antecedentes Se asume a la escuela como un espacio privilegiado de intervención y formación ciudadana. Su rol resulta clave para detectar tempranamente conductas de riesgo escolares y familiares. Junto con esto se hizo un análisis de la oferta programática en materias de prevención de violencia escolar en la experiencia nacional e internacional.Anivellocal,sibienhabíaprácticasprometedoras,ninguna contaba con una evaluación de impacto de sus metodologías (véase: Arón, 2000; Pérez et al., 2005; Varela y Tijmes, 2007). Por lo tanto, se inició una búsqueda internacional en la materia, lo que permitió conocer el trabajo del investigador Jeffrey Sprague y su programa Positive Behavior Support (PBS). Esto dio origen al programa de prevención de violencia escolar: Paz Educa. • Teoría de cambio El objetivo de la propuesta del programa es desarrollar comunidades escolares “sanas y seguras” (Safe and Healthy Schools) , instalando un ambiente propicio para el aprendizaje y el integral desarrollo de sus alumnos. En estas escuelas se promueve un clima positivo y de apoyo para todos los estudiantes 3 . El enfoque de las Escuelas Sanas y Seguras, materializado en el programa “Best Behavior” 4 (Sprague &Golly, 2005), tiene las siguientes características: Es preventivo, ya que se dirige a todos los estudiantes del colegio, lo cual es complementado con estrategias más focalizadas para aquellos cursos o alumnos que presentan más conductas conflictivas. Desde este punto de vista no se ataca solamente el síntoma o la presencia del conflicto, sino que se pretende intervenir antes de su aparición (Turnbull et al., 2002; Sugai et al., 2000; Sugai, 2007). Asume un enfoque integral, puesto que aborda intervenciones a nivel de toda la escuela, de sala de clases, familia e individuo. El enfocar la prevención de la violencia escolar de forma organizacional y sistémica 3 EnEstadosUnidos llamanaestaformadetrabajo:PositiveBehaviorSupport(PBS). 4 Página web: http://positiveschoolclimate.sopriswest.com/product. asp?productid=110 ha sido evaluado positivamente tanto en Europa como Norteamérica (Sprague &Golly, 2005). Ello se grafica mediante la siguiente ilustración, donde la presente intervención parte trabajando en el nivel universal: • Piloto implementación Desde mediados del año 2005, la Fundación implementó una línea de trabajo de largo plazo en torno a la convivencia escolar, con un programa en la comuna de Puente Alto 5 . Este trabajo se basó en una experiencia piloto en tres establecimientos educacionales municipales. Contó con el apoyo técnico de Jeffrey Sprague, co-director del Instituto sobre Violencia y Comportamiento Disruptivo (Institute on Violence and Destructive Behavior ) 6 de la Universidad de Oregon (EE.UU. ). El piloto se focalizó en tres líneas de acción (Tijmes y Varela, 2009). La primera de ellas consistió en la implementación de un sistema disciplinario integral, justo y claro, para toda la unidad educativa, con el fin de normar y promover conductas deseadas en todos los alumnos. Medianteunprocesoparticipativodelacomunidadescolar,sedefinieron expectativas de conducta para los alumnos, acorde con la realidad y con el Proyecto Educativo del establecimiento. Dichas conductas se hicieron visibles mediante afiches u otro material gráfico y fueron enseñadas, educadas y reforzadas mediante un plan de enseñanza integral para toda la comunidad escolar, con diversas actividades. La segunda línea de acción se basó en la metodología conocida como “Crime Prevention Through Environmental Design” o “CPTED” (Schneider, Walker & Sprague, 2000), la cual tiene un desarrollo específico para establecimientos educacionales y ha mostrado buenos 5 El piloto del programa se desarrolló gracias a la colaboración de la Corporación deEducación,SaludyAtencióndeMenoresdePuenteAltoy ladonaciónde laSociedaddel Canal de Maipo. 6 Página web: http://darkwing.uoregon.edu/~ivdb/ Intervención Individual (3-5% de los estudiantes) Intervención Grupal (alumnos en riesgo. 10-20% de los estudiantes) Intervención Universal (estrategias de apoyo para todos. 75-85% de los estudiantes) Figura 3. Enfoque piramidal de PBS Fuente: Sprague & Golly, 2005

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