Gestión local de la Seguridad: un marco teórico de referencia

Proyecto “Índice de Capacidades Locales para la Gestión de la Seguridad” Marco conceptual para el desarrollo del instrumento 14 religiosas, entre otras. Además, se deben catastrar los programas o departamentos existentes, su objetivo, cobertura, recursos disponibles, vigencia, etc. para poder determinar qué y cómo pueden ser útiles para el desarrollo de la estrategia de seguridad (Arriagada, Mohor y Fernández, 2017). Igualmente, es necesario identificar el enfoque de las iniciativas e intervenciones llevadas a cabo desde el municipio, para comprender los resultados que éstas han arrojado y las posibilidades de nuevas intervenciones y otras complementarias que aborden la problemática de la seguridad desde una perspectiva integral. Así mismo, reviste gran importancia guiar la gestión municipal a través de un trabajo basado en la evidencia, ya que una gestión racional se basa en el uso de fuentes de información confiables y oportunas. Para ello se requiere del levantamiento de información constante, su uso efectivo y adecuado, y la elaboración de herramientas de gestión y medición de las acciones llevadas a cabo en el ámbito local. Posibles fuentes de información en este ámbito pueden ser: encuestas de victimización, registros policiales, líneas de base para medir el efecto o los resultados de las intervenciones ejecutadas, diagnósticos locales, entre otros. De igual forma, es gravitante focalizar territorialmente las intervenciones de acuerdo a las necesidades catastradas en la comunidad, considerando para ello la participación de los actores vinculados al espacio social. Para lo anterior son útiles instrumentos de gestión como mapas georreferenciados o de agrupaciones vecinales que ayuden a encauzar la concentración de los esfuerzos en aquellos factores identificados como problemático. Estos instrumentos además permiten delimitar las acciones geográficamente, racionalizando el uso de los recursos, que casi siempre, son escasos. Este aspecto se encuentra íntimamente relacionado con la focalización de la población vulnerable en el accionar interventivo. Esta debe invitar a la integralidad, ya que de nada sirve, por ejemplo, la sola asistencia laboral para una persona con problemas de dependencia farmacológica, o los talleres de prevención en el consumo de drogas para un niño o niña víctima de maltrato al interior de su hogar o escuela. Conjuntamente, la gestión local de la seguridad debe incorporar un diseño urbano preventivo en el espacio local orientado a reducir la probabilidad de ocurrencia de hechos delictivos y la percepción de inseguridad, que contenga estrategias y metodologías de carácter ambiental aplicadas desde un enfoque multidisciplinario, y orientadas hacia la disuasión del comportamiento criminal y al aumento de la cohesión social. En consecuencia, con ello, es posible dar relevancia a aspectos como la vigilancia natural, el reforzamiento territorial, el control natural de accesos, la mantención de espacios públicos y la participación comunitaria. Al mismo tiempo, es preciso contar con información permanente, estrategias claras y sistemáticas, y metodologías adecuadas para gestionar la información de las acciones realizadas por el municipio en este ámbito. De tal manera, acciones de monitoreo, seguimiento y evaluación correctamente planificadas y con insumos suficientes permitirán evaluar los procesos, resultados e

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=