Una propuesta de modelo integral de reinserción social para infractores de ley
78 UNA PROPUESTA DE MODELO INTEGRAL DE REINSERCIÓN SOCIAL PARA INFRACTORES DE LEY En general, los programas de tratamiento de baja intensidad (20 horas o menos) es- tán basados en intervenciones psico educativas, aunque pueden incluir componen- tes motivacionales y algunas intervenciones cognitivo conductuales. Estos programas buscan educar a los infractores respecto al abuso de sustancias, explorar los costos y beneficios del consumo, introducir estrategias para la reducción del daño y aumentar la motivación hace reducir el consumo sustancias y acceder a tratamiento posterior (Heseltine et al., 2011). Los programas específicos para la prevención de recaídas o de manutención, refuerzan las habilidades aprendidas tras el término de los programas de tratamiento. Los programas de intervención de alta intensidad (100 horas o más) comúnmente utili- zan estrategias motivacionales, cognitivo-conductuales o racional-emotivas. Se orientan a promover una mayor comprensión de los patrones de abuso del alcohol y las drogas, a vincular el consumo de sustancias con la conducta antisocial, a promover el cambio de actitudes, a reestructurar creencias y cogniciones asociadas con el abuso de sustan- cias y con la conducta delictual, a desarrollar procesos de pensamiento pro sociales, a incrementar el nivel de conciencia que los sujetos tienen de sí mismos, al manejo de las emociones, a mejorar las habilidades interpersonales, a promover estilos de vida más saludables y a desarrollar planes de prevención de recaídas (Heseltine et al., 2011). Aunque no se encuentra bajo la jurisdicción de las administraciones correccionales, se han utilizado también tribunales de tratamiento en drogas con resultados positivos en reducción del consumo durante el período de control judicial intensivo (Jones, 2013). En el ámbito de la capacitación laboral y el empleo de personas que forman parte de la población penal, se han desarrollado y evaluado diversas iniciativas, entre las que destaca el Corrections Services Employment Pilot Program , iniciado el año 2002, dedi- cado a la provisión de servicios de apoyo directo para conseguir empleo. Tras atender a más de 3.000 personas, el programa evidencia un impacto muy modesto en población penal masculina, pero reducciones significativas en la reincidencia de mujeres que lo- graron encontrar empleo gracias al programa, en comparación con aquellas que no lo lograron (Dawe, 2007). Existen antecedentes que sugieren que la educación vocacional (capacitación) ofrece importantes ventajas a la población penal australiana. Se ha señalado que aproximada- mente el 20% de la población penal que cumple condenas en cárceles tiene acceso a educación vocacional, y que la tasa de reincidencia esperada para quienes usan estos servicios es de 23%, en comparación con el 32% de reincidencia esperada para quie- nes no usan servicios de capacitación laboral (Callan & Gardner, 2005).
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=