Una propuesta de modelo integral de reinserción social para infractores de ley

159 6 Capítulo se encuentra. De manera similar son las cogniciones o pensamientos las que influencian los patrones de conducta en las situaciones cotidianas. Estos pen- samientos, así como sus respuestas emocionales y reacciones conductuales, pueden convertirse en rutinas y volverse automáticos con el tiempo. 3. La hipótesis del cambio, la cual es un corolario de los dos principios ante- riores. Establece que, dado que las cogniciones pueden ser conocidas y que median las respuestas en diferentes situaciones, se puede modificar inten- cionalmente la manera en que las personas responden a los eventos que los afectan. De esta forma es posible llegar a ser más funcionales y adaptativos mediante la comprensión de las reacciones emocionales y conductuales, así como utilizando estrategias cognitivas en forma sistemática. Las intervenciones cognitivo-conductuales orientadas a la atención de infractores de ley supone que la actividad criminal está basada en patrones de pensamiento disfun- cionales. Si se alteran las interpretaciones de eventos cotidianos, los infractores de ley pueden modificar aspectos antisociales de su personalidad y las conductas consecuen- tes (Milkman & Wanberg, 2007). El análisis de casos desde la perspectiva cognitivo conductual suele ser detallado y comprehensivo, de tal forma que resulte posible realizar un correcto análisis funcional de la conducta que se espera modificar. Para estos efectos es pertinente levantar infor- mación detallada con respecto a (Dobson & Dobson, 2009; Howells, 1998): • El problema, o estados emocionales que inciden en la conducta. • Los desencadenantes y las consecuencias del problema. • Las reacciones del infractor cuando experimenta el problema, distinguiendo entre las reacciones emocionales, las cogniciones y las conductas. • Los patrones actuales de afrontamiento o evitación del problema. • Los recursos y déficits observables en términos de conocimiento y habilidades que inciden en la conducta problema y en sus correlatos emocionales. • Situación actual del sujeto en términos de apoyo social. • El desarrollo y curso de los problemas descritos. • La historia de intervenciones previas y los resultados obtenidos. La información obtenida en el proceso de análisis del caso debiese permitir una formu- lación o conceptualización del caso, a partir de la cual resulte posible explicar situacio- nes, desencadenantes, y mediadores cognitivos que detonan las respuestas emocio- nales y conductuales. Esta descripción debiese ser lo suficientemente detallada como

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